Australia gana el doble y se sitúa a un punto del triunfo

José María Guimaraens MELBOURNE

DEPORTES

STUART MILLIGAN

Los españoles, obligados a vencer en los dos partidos individuales

29 nov 2003 . Actualizado a las 06:00 h.

El doble español sigue sin tener un color favorable. Tampoco esta vez el ensayo del binomio Alex Corretja-Feliciano López produjo el resultado apetecido. Australia hizo de la pareja hispana una especie de pandero. En una hora y treinta y cuatro minutos Todd Woodbridge y el zurdo Wayne Arthurs zanjaron el encuentro con un marcador que no deja lugar a la menor duda: 6/3, 6/1, 6/3. Australia, pues, aventaja a España por 2/1 en la final de la Copa Davis 2003 que se desarrolla sobre la pista de hierba del Rod Laver Arena. El resultado hace necesarias las victorias de Juan Carlos Ferrero sobre Mark Philippoussis y de Carlos Moyá sobre Lleyton Hewitt en los enfrentamientos que se disputaron en la madrugada del sábado al domingo. Los españoles están obligados a un pleno si quieren llevarse la ensaladera. Woodbridge, que ha establecido un récord de 29 eliminatorias de Copa Davis disputadas por su país, brindó una demostración de su maestría como doblista. Convirtió esa modalidad en un arte total. Envió la bola al punto que quiso. Todo lo hizo fácil, dentro de la extraordinaria dificultad del juego por parejas. A su lado estuvo Wayne Arthurs, un zurdo de corte simplemente mediocre, pero que ha sabido estar a la altura de las circunstancias. Falló el experimento Frente a la pareja aussie , en la que Todd Woodbridge ofreció una y otra vez la jugada imprevista, el toque mágico de todos y cada uno de sus golpes, actuó el nuevo invento español formado por Corretja y Feliciano López. Lo grave es que ni el barcelonés está en su mejor momento ni el toledano ha sabido aprovechar su debut en la competición sustituyendo a Albert Costa. Corretja y López no fueron en absoluto oposición para los australianos. Alex perdió su servicio tres veces y Feliciano lo entregó en dos oportunidades. Con esa debilidad para la maniobra en el saque difícilmente se puede ganar y menos al experimentado Woodbridge y su compañero Arthurs. No hay más cera que la que arde. España no tiene un doble desde los tiempos de Emilio Sánchez y Sergio Casal. Volvió a fracasar, y esta vez de manera más lamentable. Ahora está obligada a no fallar en los individuales.