Ahora se viene a la cabeza aquella jugada que atornilló el balón a la canasta del Unicaja hace un mundo, en plena época del grantismo . Se fue Tyron El Fuguillas y llegó una era más saludable. Pero el Breogán vuelve a estar metido en problemas. No le vendría mal una acción como la de la ida, protagonizada por Ostojic, para salir del atolladero al que parece que le conduce la Semana Santa: el domingo visita dramática al colista Etosa. Este mediodía ( 12.30 horas , TVG ) el Leche Río tiene una opción de serenar esa cita con la vida o la muerte de Alicante. El Unicaja se trae la baja de Garbajosa y sus intención son de lo peor para el cuadro gallego: quiere recuperar el liderato de la ACB, que perdió en la pasada jornada tras caer inesperadamente ante el Lagun Aro Bilbao, segando un posible récord de triunfos seguidos en ACB (llevaba once). A su ausencia se une la del ex breoganista Lázaro, en vías de recuperación de una rotura fibrilar en uno de sus gemelos. Moncho López tiene claro que aunque el Unicaja no es uno de los destacados en rebote ofensivo, «las estadísticas son como los bikinis, enseñan mucho, pero esconden lo mejor; su principal característica es que tienen altos porcentajes, juegan con cuatro hombres abiertos, para penetraciones y por eso las posibilidades de rechace se reducen. Me preocupa su capacidad para tirar de tres y generar espacios a Santiago». El técnico rival, Sergio Scariolo, comentó ayer que vencer en Lugo «equivale a ganarle al Barcelona» en la próxima jornada que se disputará en el Martín Carpena. «El Breogán ya nos ganó con mérito en nuestro campo», indicó, por lo que dio un toque de atención a sus jugadores para que no se relajen en el choque de hoy.