Sergio González Soriano (L'Hospitalet de Llobregat, 1976) se pasa al ataque. El mediocentro catalán del Deportivo, encargado de crear el juego blanquiazul desde hace siete temporadas, ahora también bate registros goleadores: los suyos. Sergio anotó ayer de penalti su quinto gol en esta Liga. De este modo, supera su récord en su historia en el campeonato de la regularidad.
Marcó cuatro en su temporada de despedida del Espanyol y en la de bienvenida al Deportivo. Antes, se había pasado en blanco dos cursos, pero en sus seis primeros encuentros como jugador de Primera División (en la campaña 1997-1998) ya vio puerta.
Con la camiseta coruñesa anotó tres goles en la 2002-2003 y en las tres siguientes. Se quedó en dos en la Liga 2006-2007 y este año está superando sus mejores números de cara al gol. La recuperación goleadora de los jugadores de primera y segunda línea defensiva es una de las claves de la resurrección de un Deportivo que flirteaba peligrosamente con los puestos de descenso. Junto a Sergio, los centrales y Filipe contribuyeron a arañar algunos puntos que han resultado decisivos con el paso de las jornadas.
Sergio ya es uno de los veteranos no sólo del Deportivo, sino también de Primera División y suma 348 encuentros en la máxima categoría del fútbol español. En los diez años que lleva en la elite, le ha dado tiempo a marcar veintiocho goles. El primero de ellos, al Barcelona de la 1997-1998 (el de Bogarde, Ciric y compañía) en Montjuïc y que significó el empate en aquel encuentro.
El centrocampista catalán se perderá el duelo contra el conjunto azulgrana que comenzará el próximo sábado a las ocho de la tarde en Riazor por acumulación de amonestaciones, tras ver ayer una amarilla más.
Sergio es en la actualidad el quinto jugador en activo con más partidos en Primera División, inmediatamente después del guardameta del Valladolid Alberto, que ha jugado 353.
El barcelonés fue también el autor de uno de los dos goles del Deportivo en la final de la Copa del Rey del año 2002 contra el Real Madrid en el Bernabéu, el centenariazo.