Valverde se exhibe en la primera etapa y comienza el Tour de amarillo

Benito Urraburu

DEPORTES

El murciano se enfundó el jersey de líder ?tras machacar ?a sus rivales en el repecho final

06 jul 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Alejandro Valverde se estrena en el Tour de Francia como maillot amarillo. Sabía lo que era ganar una etapa, en Courchevel, en el 2006, por delante de Lance Armstrong, pero no había probado las mieles del liderato.

El trazado parecía diseñado para el murciano. Un repecho final daba la bienvenida a la línea de meta. Kim Kirchen arrancó. Veía cada vez más cerca la conclusión a la subida de Cadoudal. Pero no podía oír las pedaladas de Valverde. Ni él ni nadie esperaba que hubiese alguien capaz de sorprenderle a falta de 250 metros de ese final agónico, engañoso, en el que los cálculos había que hacerlos con mucha exactitud para sentir el ahogo, la fatiga, la carga de ácido láctico en los músculos que bloquean a un corredor. Allí surgió Valverde y lo hizo para ganar. Freire apareció más tarde. La llegada no era un guante a su medida y lo notó.

El líder del Caisse d'Epargne sucede como portador del maillot amarillo en el Tour a Alberto Contador un año después del triunfo del corredor madrileño. Lo hacía en el estreno del Tour, como ganador de la primera etapa. Su estado de forma es insultante, demasiado bueno con toda la carrera por delante. Surge la incógnita de si aguantará la última semana de la ronda francesa.

Detrás de Valverde, de forma escalonada, se colocaron otros aspirantes al podio final del Tour como Cadel Evans o Frank Schleck y un ganador de la prueba, el gallego Óscar Pereiro. También estaban Kirchen, séptimo el año pasado en la general final del Tour, Riccardo Riccò, Filippo Pozzato y Óscar Freire. Todos ellos son corredores explosivos a los que un inicio de Tour atípico les ha venido estupendamente.

Valverde, que ha aligerado su programa de carreras durante esta temporada para evitar el desgastarse en exceso, ha estado dos veces concentrado en altitud, en Sierra Nevada. Se ha presentado en Brest con 31 días de competición, con un trabajo en el que ha combinado los esfuerzos con mucho descanso.

Caída de Mauricio Soler

En la jornada de ayer se produjeron un buen número de caídas, algo normal en las carreteras bretonas, estrechas, retorcidas durante kilómetros que se hacen eternos. La más peligrosa de todas ellas afectó al colombiano Mauricio Soler, que volvió a golpearse en la muñeca derecha, la misma que se rompió en el Giro. El rey de la montaña del 2007 cedió tres minutos y su continuidad está en el aire.

En la infructuosa escapada del día se metieron, entre otros, José Luis Arrieta, David de la Fuente, Rubén Pérez, Thomas Voeckler y Lilian Jegou. La fuga fue neutralizada a siete kilómetros de la llegada.

Los aventureros tendrán hoy otra oportunidad. El pelotón afrontará un recorrido de 164,5 kilómetros entre las localidades de Auray y Saint-Brieuc, que concluirá también con un pequeño repecho que puede alejar otra vez a los velocistas del triunfo.