Las cumbres de los Pirineos ofrecen hoy la primera criba en un Tour sin dueño

Benito Urraburu

DEPORTES

13 jul 2008 . Actualizado a las 02:10 h.

El Tour llega hoy a los Pirineos con la disputa de la novena etapa entre Toulouse y Bagneres de Bigorre, de 224 kilómetros. Los ciclistas se enfrentarán a siete puertos, dos de ellos de primera categoría, el Col del Peyresourde y el Aspin, con la cima a 26 kilómetros de la meta, todos en descenso. Se apuesta por una llegada de un grupo de corredores amplio, bien de escapados, o bien con los favoritos.

La mezcla de kilómetros y de puertos se convierte en el gran peligro de esta primera jornada. En total son 41,3 kilómetros de subida. Teniendo en cuenta el descenso final y el que hay entre la cima del Peyresourde y el inicio del Aspin, en Arreau, otros 18 kilómetros, quizá resulten más importantes las bajadas que las ascensiones.

Los Pirineos, donde los españoles han escrito páginas de leyenda, se presentan ahora con más incógnitas que nunca. Con la general más abierta que nunca, sin un equipo ni corredor que imponga su ley, el mal tiempo de los últimos días puede influir mucho en el desenlace de unas jornadas que siempre marcaron el devenir de la carrera. Es la situación ideal de corredores como Óscar Pereiro y Samuel Sánchez, por poner dos ejemplos. Otros prefieren el calor y el control de un pelotón organizado, como Menchov, Cadel Evans o Sastre.

La incógnita se cierne sobre Alejandro Valverde, quien en las próximas dos jornadas espera ofrecer su mejor versión. «Hemos pasado un día difícil por el tiempo de la mejor manera posible, sin percances, así que contentos y tranquilos. Las piernas están bien y ahora espero pasar los Pirineos bien y luego en los Alpes, a ver cómo llegamos», señaló tras la etapa de media montaña de ayer.

Mañana, Hautacam

Deportivamente, no es temerario afirmar que este año se suben unos Pirineos descafeinados. Se disputan dos etapas y solo la segunda de ellas, la que finaliza mañana en Hautacam, parece diseñada para hacer una selección, para descartar a algún corredor.

En la jornada previa a las cumbres pirenaicas, Cavendish firmó su segunda victoria de etapa en este Tour. La primera la había logrado en Chateauroux, con Óscar Freire a rueda. Ayer volvió a sacar partido del inmenso potencial de su equipo para no dar posibilidades a sus rivales.