Piepoli gana en Hautacam acompañado de su compañero Cobo. Evans es el nuevo líder por un segundo.
14 jul 2008 . Actualizado a las 21:19 h.La gran etapa pirenaica del Tour de Francia ha deparado una gran exhibición del equipo Saunier Duval, otro gran trabajo del CSC y la decepción de Valverde y Pereiro. El italiano del Saunier Leonardo Piepoli ha ganado en la meta de Hautacam acompañado de su compañero Juanjo Cobo, en una gran demostración de los escaladores del equipo español. El gran trabajo del CSC en la subida de Hautacam ha destrozado las opciones de Valverde y Pereiro en el Tour de Francia, ya que han cedido muchos minutos en meta.
Cadel Evans es el nuevo líder de la carrera, con apenas un segundo por delante de Frank Schleck. Carlos Sastre, Menchov, Evans y Ricco entraron juntos después de múltiples ataques entre ellos. Valverde llegó a meta a casi cinco minutos de los favoritos, y Pereiro cedió cerca de seis.
Piepoli prolongó la fiesta de su equipo con la conquista de la cima del Hautacam en la etapa reina de los Pirineos, después de la lección de Riccó en la jornada anterior. Frank Schleck, del CSC, cruzó tercero a 28 segundos. El austríaco Kohl (Gerolsteiner) llegó cuarto a 1.06 y el primer grupo de favoritos con Evans, Sastre, Riccó, Menchov y Vandevelde a 2.17, con Evans nuevo líder por un solo segundo.
La masacre afectó a Kim Kirchen, que cedió 4.19 y se despidió del sueño del maillot amarillo, pero la factura fue más dolorosa para Alejandro Valverde, que se dejó cualquier posibilidad de podio con un retraso en meta de 5.50, y peor le fue a Oscar Pereiro, a 7.02 del vencedor de etapa. Dos bazas relegados a luchar por etapas en un día y dos puertos.
Cadel Evans tomó el mando en la general y confirmó su condición de favorito. Sin brillo alguno, el jefe de filas del Silence subió al podio a recoger entre lágrimas el maillot amarillo. El quinto australiano líder en la historia del Tour y el primero desde el 2004, cuando lo vistió Robbie McEwen. Carlos Sastre, sexto, es el primer español de la general a 1.28, mientras que Juan José Cobo se alzó a la octava plaza a 2.10 y Mikel Astarloza (Euskaltel) es undécimo a 3.51. Un nuevo decorado en el que se metió también Ricardo Riccó, noveno a 2.29 y mucha montaña en los Alpes por delante.
Una etapa que desplegó mucha estrategia desde los primeros kilómetros, en un escenario pirenaico de postín. Era la etapa del Tourmalet y del Hautacam, mitos de la carrera, en el primer cuerpo a cuerpo serio entre los favoritos. Un marsellés de 22 años, Remy di Gregorio (Francaise), considerado el nuevo Virenque, tuvo el honor de coronar en cabeza la cumbre del Tourmalet. Uno de los componentes de la escapada inicial, en la que entraron nombre ilustres como Óscar Freire y Fabian Cancellara, un grupo que se redujo a seis corredores en las primeras rampas del legendario puerto pirenaico.
En tan distinguido escenario desplegó la lección táctica el CSC de Sastre. El danés Sorensen y el alemán Voigt se encargaron de seleccionar el grupo de la alta jerarquía y de hacer sufrir a Valverde, que acabó cediendo en la cumbre 50 segundos en compañía de Pereiro. Dos pájaros de un tiro, toda una jugada maestra con dos de los favoritos a punto de despedirse.
El botín fue en aumento en los 25 kilómetros que conducían hasta la falda del Hautacam. Valverde y Pereiro se vieron obligados a perseguir a más de un minuto. Entonces el CSC se puso en manos de Cancellara, una locomotora para volar en busca de la última y definitiva dificultad. Un relevo premeditado en la estrategia del cuadro danés, que afrontaría el coloso pirenaico con 3 corredores de postín, por otros 3 del Saunier, con el jefe Riccó, su amigo Piepoli y el cántabro Juanjo Cobo.
El duelo no se hizo esperar. Los ataques de Cobo y Schleck seleccionaron al grupo que se iba a disputar la etapa. Ambos corredores y Piepoli terminaron por ponerse en cabeza a 6 kilómetros de la cima de Hautacam. Dos contra uno, los tres muy por encima del grupo perseguidor con Evans, Sastre, Menchov, Riccó, Kohl, Efimkin y Moisés Dueñas, el bravo corredor español del Barloworld. Kirchen ya no era el líder y Valverde, solo, iba pasando las de Caín.
Cobo y Piepoli, el más veterano del equipo con 36 años, uno de los mejores escaladores del mundo, despidieron a Schleck a 2.500 metros de meta, para no aparecer más ante su vista. Empezó el festival del Saunier, otro más, implacable grupo en la montaña.
Era cuestión de decidir quién ganaba. Primó los galones de un corredor que logró el sueño de su vida en el último tramo de una carrera profesional que inició en 1995. Leo ya tiene triunfos en Vuelta, Giro y Tour. El cántabro Cobo seguirá «pensando en la general». Y quedan los Alpes. A ver cuál es el próximo antojo de Riccó.
El Tour de Francia disfrutará mañana de su primera jornada de descanso en Pau, antes de afrontar etapas llanas, de transición, que darán paso a los Alpes.