El esprinter cántabro se lleva la victoria en la decimocuarta etapa.
19 jul 2008 . Actualizado a las 20:36 h.Óscar Freire (Rabobank), el triple campeón mundial que lleva el maillot verde de la regularidad del Tour, ha sido el mejor en el esprint de la decimocuarta etapa disputada entre Nimes y Digne les Bains, de 194,5 kilómetros, en la que logró la tercera victoria española de la presente edición, en una jornada que mantuvo a Cadel Evans de amarillo.
Freire, de 32 años, aprovechó la ausencia del británico Cavendish, el de las cuatro victorias, quien se quedó clavado en una cota cercana de cuarta categoría, para colocarse entre los grandes y aparecer en el momento oportuno para lanzar un ataque fulminante que le permitió celebrar, brazos en alto, su cuarta etapa en un Tour. El ciclista cántabro ganó por delante del colombiano Leonardo Duque (Cofidis) y del ilustre alemán de 37 años Erik Zabel (Milram). A la enésima fue la vencida y Freire recobró la sonrisa en las puertas de los Alpes, la víspera de la visita a Italia.
«Cavendish se quedó en el puerto y sabía que tendría una buena oportunidad. Íbamos todos un poco tocados y al final me sentí bien. Es un gran día para mi», dijo Freire, que sueña con ser el primer español que llega a París con el maillot verde. La etapa, muy rápida, con 52 kilómetros cubiertos en la primera hora, se disputó bajo un sol abrasador y con el respeto debido a la víspera de una jornada de montaña con el final en alto de Prato Nevoso. Aunque los esprinters pensaban otra cosa.
La media final de 46 kms/hora indica el ritmo que adquirió la carrera desde el banderazo de salida. Nada de descanso para nadie, que luego llega la montaña. En el kilómetro 35 salieron del pelotón 20 corredores, de donde salió la escapada más significativa de la jornada.
El español Iván Gutierrez (Caisse D'Epargne), cuatro veces campeón nacional contrarreloj y una en ruta, se ganó el premio de la combatividad. Se metió en una fuga de cuatro junto a los franceses William Bonnet (Credit Agricole) y Sandy Casar (Francaise) y el holandés Bram Tankink (Rabobank). El cuarteto llegó a disfrutar de 6 minutos de ventaja, pero los equipos de los esprinters espabilaron para echar abajo la aventura.
Gutiérrez trató de esfumarse en solitario con 30 kilómetros hasta meta, en un ejercicio de contrarrelojista, pero sin suerte alguna, ya que fue alcanzado a falta de 10.
El Liquigas forzó la maquina para buscar la victoria de Pozzato, sin tregua, con el personal pasando agobios por el calor y por el ritmo endiablado. En la subida de la pequeña Cota de L'Orme, a 9 kilómetros de meta, se quedaron algunos esprinters, entre ellos el británico Cavendish, el descarado joven de 22 años que ya tiene 4 triunfos en el zurrón.
La ocasión era de oro para cambiar con el monopolio del corredor de la Isla de Man. En una llegada no demasiado lanzada, con algún frenazo, Freire se agarró a la rueda de Zabel, bien atendido por su equipo, a diferencia del cántabro, siempre solo. Se colocó por el centro de la calzada detrás del berlinés y a 100 metros de la línea apareció el doble vencedor de la Milán San Remo con una fuerza descomunal para firmar la victoria 60 de su carrera, la quinta de la temporada. Los viejos campeones siempre aparecen.
El Tour de Francia entra en Italia para la disputa de la decimoquinta etapa entre Embrun y Prato Nevoso, de 183 kilómetros, el tercer final en alto de la presente edición. El Col de Agnel (categoría especial) servirá de aperitivo antes del ascenso final, de 11,4 kms al 6,9 por ciento de desnivel.