Freire ensaya el Mundial con un gran triunfo sobre Boonen

Benito Urraburu

DEPORTES

11 sep 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

«A la tercera va la vencida». Un Óscar Freire que no terminaba de recuperar el resuello ganó ayer en Burgos. Un nuevo triunfo en la Vuelta a España, una carrera en la que nunca ha fallado en los últimos tiempos. Su victoria es un hola y adiós, puesto que el cántabro se retirará después de la jornada de hoy, que acaba en su tierra. Suances está a muy pocos kilómetros de su casa.

Freire no ha llegado a la carrera este año como en ediciones anteriores y eso lo ha notado: «El año pasado entrené bien para llegar a la Vuelta y al Mundial en condiciones. Esta temporada he llegado más justo a la ronda española para estar más entero en el Mundial. Cada día me encuentro mejor. No sé si estaré en mi mejor nivel, pero espero que sí», explicó.

Freire realizó una llegada de libro, de esas que se explican en los manuales tácticos: «Me ayudaron Flecha y Horrillo, lo que me permitió llegar muy entero a la parte final». No tuvo que realizar los acelerones habituales a los que está acostumbrado para poder situarse en condiciones, lo que le obliga a gastar muchas fuerzas que luego le faltan. Freire se situó con maestría, como siempre, a la hora de entrar en la curva que conducía a la meta. Dejó que el Quick Step le hiciese el trabajo, colocase a Boonen en su distancia, a unos 300 metros para la meta. Y entonces comenzó la lección del español. Cogió la rueda del gigante belga y esperó para arrancar. Cuando se movió, lo hizo para ganar. Dejó que Boonen se acelerase un poco y le remachó en la misma línea de llegada. «En Zaragoza no encontré un hueco por donde pasar. Esta vez vi el hueco y tenía fuerza», explicó Freire.

Egoi Martínez continuó un día más vestido con el maillot oro. Solo que en esta ocasión iba todo iluminado con la tela del color del preciado metal. Tanto llegó a controlar la carrera Euskaltel, que los primeros veintitrés kilómetros el pelotón se rompió en dos, con los ciclistas del equipo vasco a la cabeza. Alberto Contador y el estadounidense Levi Leipheimer se quedaron en el segundo grupo. Los ciclistas del Astana tardaron unos dos kilómetros en neutralizar al líder y a sus veinte compañeros de fuga, entre los que se encontraba Carlos Sastre.

Camino de Burgos le tocó fugarse al gallego Serafín Martínez, al ucraniano Andrey Grivko y a José Antonio López Gil, el Malagueta. Alcanzaron siete minutos de ventaja y estuvieron escapados 139 kilómetros, pero el pelotón los cazó a seis de la conclusión, que fue el reinado de Freire.

Dos veces ganador de la Milán San Remo y último maillot verde del Tour de Francia, el cántabro dejará la Vuelta a España con el reciente recuerdo de entrar en meta con los brazos en alto. Y ya los tiene preparados para el Mundial de Varese, en Italia.

Ayer en la meta estuvo otro de los candidatos al título, el asturiano Samuel Sánchez, que acompañó a Egoi Martínez en el podio y que recordó que la etapa clave se disputará el sábado: «En el Angliru, Dios dirá».

El gallego Ezequiel Mosquera, líder del Xacobeo, conserva la sexta posición de la general y piensa ya también en el coloso asturiano, que ya aparece en el horizonte de la ronda española.