De nuevo el Dépor cayó en el Nuevo Zorrilla, un campo que se le da especialmente mal. Su titular no es uno de los grandes de España, pero para los coruñeses es como si lo fuera. Solo ha ganado dos veces en Primera División en toda la historia.
Es un recinto maldito, que se le da igual de mal que el Santiago Bernabeu, donde solo ha vencido en un par de ocasiones en competición liguera, pero triunfó en un partido de Supercopa y en la final de Copa del Rey conocida popularmente como la del Centenariazo. Mejor que el Nuevo Zorrilla se la da incluso el Camp Nou, donde los blanquiazules han logrado tres triunfos en encuentros de la competición liguera.
En todo caso, la derrota de ayer no tuvo los tintes dramáticos que otras acontecidas en Zorrilla, como la de aquella semifinal de la Copa del Rey arbitrada por Soriano Aladrén.
En esta ocasión, el Dépor llegaba a Pucela con un buen zurrón de puntos que le aseguran una Navidad tranquila. Quizá ese colchón le dio demasiada tranqulidad, tanta que se quedó dormido en él, especialmente durante el primer tiempo.