Al día siguiente de ponerse líder en el Tour de Francia, tras su triunfal galopada en Verbier, el español Alberto Contador todavía no ha visto cumplidos todos sus deseos, pero se siente «liberado» tras ganar su pugna interna con su compañero Lance Armstrong.
«Falta aún mucho para ganar el Tour, si bien ahora duermo más tranquilo que los días pasados», dijo el corredor español en la jornada de descanso en la localidad suiza de Sion. Antes de la decimosexta etapa de mañana, de Martigny (Suiza) a Bourg-Saint Maurice en los Alpes franceses, Contador señaló como sus más «peligrosos competidores» al luxemburgués Andy Schleck, quinto de la general a 2:26 minutos, y al británico Bradley Wiggins, tercero a 1:46.
El madrileño se mostró satisfecho de haber decidido a su favor la lucha por el poder con su rival en el equipo Astana, el estadounidense Lance Armstrong, con su victoria de la víspera. «Confío en que ahora me apoyará», dijo Contador, quien admitió haber sufrido con los juegos psicológicos de Armstrong. «La carrera y la presión de fuera fueron hasta ahora muy agotadoras. El triunfo de ayer en Verbier fue una liberación para mí».
Nunca pensó en poder ser el primer corredor en batir a Armstrong después de sus siete victorias en el Tour. «Tras su retirada nunca pensé que pudiera volver», dijo Contador.
El campeón del 2007 quiere ganar aún el mayor número de Tours posibles. «No pienso en ninguna cifra concreta», dijo añadiendo que se siente satisfecho del transcurso del Tour de este año «porque el deporte está en el punto central».