El Real Madrid sigue vendiendo jugadores a la baja. Medios madrileños dieron ayer por hecho el traspaso de Robben al Bayern de Múnich por 25 millones, once menos de los que pagó en el 2007 bajo el mandato de Ramón Calderón. El extremo holandés fue una de las promesas electorales del ex presidente, que fue incapaz de cumplirla hasta un año después de acceder al cargo.
Robben, que se entrenó ayer por última vez en Madrid, abandona el Real tras dos temporadas marcadas por las lesiones musculares en las que el club consiguió una Liga y una Supercopa de España. Destacó en un tramo de la pasada campaña, pero la llegada de Cristiano Ronaldo y Benzema le iban a quitar protagonismo esta temporada.
El traspaso del extremo fue noticia horas después del de su compatriota Wesley Sneijder, también fichado por Calderón y devaluado tras su pase por el conjunto blanco, con el que tuvo un inicio fulgurante, pero poco a poco su estrella se fue apagando, en parte por problemas personales. Hace tres temporadas, el ex presidente merengue abonó al Ajax 27 millones por Sneijder. El Madrid se lo ha vendido al Inter por 15, aunque podría cobrar otros tres en función de objetivos.
Antes ya había salido otro holandés, Huntelaar. El delantero fue otra de las adquisiciones del tándem formado por Calderón y Mijatovic. Lo compraron en el último mercado de invierno al Ajax. El ex presidente dijo del espigado tulipán que estaba llamado a ser el sucesor de Van Nistelrooy, pero su paso por Concha Espina fue fugaz. Hace unas semanas fue vendido al Milán por 15 millones. Según reveló el diario Marca, el Madrid se lo compró al Ajax por 20 millones, pero el contrato incluía una cláusula según la cual se llevaría otros 7 si los blancos lo traspasaban. Es decir, su coste Real fue de 27 millones, con lo cual se habría producido un agujero de 12 millones en solo unos meses.
El próximo holandés en salir podría ser Van der Vaart, otro de los decepcionantes fichajes de la era Calderón.