El presidente tacha de tramposo a Ramón Calderón, pero no se compromete a expulsarlo como socio del club

G.?B.

DEPORTES

21 sep 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Florentino Pérez no tuvo reparo en arrogarse toda la responsabilidad de los éxitos del Real Madrid en el tiempo que ocupó la presidencia y, por el contrario, ensañarse con su antecesor en el cargo, Ramón Calderón. Pese a todo, el nuevo mandatario blanco no se comprometió públicamente a expulsar del club a Calderón por su responsabilidad en el amaño de una asamblea en la que se aprobaron de manera fraudulenta las cuentas por él presentadas. Y más benévolo se mostró con su antecesor directo, Vicente Boluda, que, según dijo, «hizo mucho bien» al club, a pesar de que tanto Boluda como Calderón están imputados judicialmente por diversos delitos en relación con aquella asamblea y de que el juez esté investigando si ambos desviaron fondos del Real Madrid hacia sus propias cuentas.

«Este club no puede transmitir al mundo los comportamientos inadecuados de la última etapa», dijo Pérez, quien añadió que «no hay que olvidar lo que ha pasado y que lo de las trampas no va con nosotros». «Hay varios asuntos del pasado que están en manos de los jueces. Si alguien ha hecho las cosas mal, se sabrá», insistió el mandatario blanco. Lo más sorprendente es que pese a los graves abusos que denuncia ahora, reconoció que durante los últimos tres años guardó un «escrupuloso silencio» sobre la escandalosa gestión de Calderón. «En mi caso también ha vuelto la ilusión», dijo Florentino Pérez, que en su anterior etapa abandonó la presidencia en plena temporada y con el equipo en crisis, un caso inédito en la historia del Real Madrid.

Y si duro estuvo el presidente blanco con su antecesor, más lo estuvieron los socios que tomaron la palabra durante la asamblea. Muchos de los que subieron a la tribuna cargaron contra la gestión de Calderón y exigieron a Florentino Pérez que tome medidas contra él, algo que no consiguieron. Varios compromisarios reclamaron que la comisión social prive a Calderón y sus colaboradores del carné de socios, un asunto que está pendiente hace tiempo y al que Pérez no ha dado celeridad.

La única autocrítica que se permitió Florentino Pérez, con cuyo nombre un socio propuso bautizar la ciudad deportiva del club, fue decir que su abandono de la presidencia fue un error. «No fue una decisión sencilla, antepuse los intereses del Real Madrid, pero con el paso del tiempo es evidente que no fue una decisión acertada», concluyó entre aplausos.