Entrenándose en mitad de la calle

DEPORTES

Clubes como el Orzán de fútbol femenino o el CRAT de rugbi se entrenan en lugares públicos en condiciones inadecuadas debido a la huelga de instalaciones deportivas

26 feb 2010 . Actualizado a las 10:24 h.

Los clubes coruñeses de alto nivel sufren en sus carnes los efectos negativos de la huelga de trabajadores de instalaciones deportivas. La más notable, la ausencia de instalaciones adecuadas para entrenar. Entidades como el Orzán de fútbol femenino o el CRAT de rugbi se han visto obligados a ejercitarse en lugares públicos.

El Orzán de fútbol femenino está a un paso del ascenso a la Primera Nacional. Lidera su grupo de Primera Autonómica con siete puntos de ventaja sobre el segundo a cinco jornadas del final. Sin embargo, lleva tres semanas utilizando el paseo marítimo y la playa como lugares de entrenamiento. «Estas chicas tienen mucho mérito. El secreto de su éxito es que no han perdido ningún día de entrenamiento, haga temporal, sea 1 de enero o no tengan campo para ejercitarse», destaca su entrenador Manu Sánchez.

Las jugadoras del Orzán se cambian en la sede del club y se dirigen hacia el paseo marítimo, en donde realizan carrera continua. «La gente se para admirada viéndolas correr e incluso algún coche les pita en señal de ánimo», añade Sánchez. Por último van a la playa a realizar el «trabajo más lúdico» y regresan al local a recoger sus cosas.

Para los partidos oficiales, el club se ha visto obligado a alquilar en una ocasión un campo en Abegondo a un precio de 160 euros. En otra, el escenario fue Meicende.

Las alarmas han saltado en el CRAT, cuyo equipo sénior se juega una de las dos plazas para la fase de ascenso a División de Honor B. «Hasta diciembre éramos líderes invictos, pero desde el inicio de la huelga no entrenamos y lo estamos pagando en el campo, incluso podemos quedarnos fuera». «Nos lo jugamos a un partido y ya tenemos la obligación de ganar. Si perdemos la posibilidad de jugarnos el ascenso por no poder entrenar sería un perjuicio económico y deportivo muy grave para el club», relata su presidente, Alfredo López.

El CRAT maneja 150 jugadores. Los equipos sénior masculino y femenino entrenaban en La Torre y han pasado de hacerlo tres días a la semana a uno en campo compartido en Acea da Ma, previo pago. «Como es a media tarde, la mitad de los jugadores no pueden venir porque trabajan o estudian», matiza Alfredo López. Los juveniles, cadetes, infantiles y los niños de la escuela se ejercitan a media luz en el parque anexo a la cárcel de la Torre, «donde la gente saca a pasear a sus perros», insiste López.