El Real Madrid, tal vez con al cabeza pendiente de la eliminatoria de cuartos de final de la Euroliga contra el Barcelona, venció por la mínima, 74-73, a un Gran Canaria peleón que no demostró las causas por las que tiene tan mal balance como visitante (2-13).
El Real Madrid ha tenido con cierta frecuencia a lo largo de la temporada problemas de concentración inicial, mientras que el Gran Canaria salió dispuesto a demostrar que su fama de blando en la península era una mera circunstancia. De hecho llegó al final del primer cuarto con ventaja en el marcador.
Poco a poco el conjunto blanco se puso por delante y en los últimos instantes del choque vivió de las rentas y a punto estuvo de llevarse un disgusto, ya que los canarios tuvieron varias ocasiones para llevarse el partido.