Hubo un tiempo en que Gorka Azkorra estaba señalado como el sustituto de Ismael Urzaiz en la delantera del Athletic de Bilbao. Pero los avatares del fútbol dieron con sus huesos lejos de su casa. Hoy, seis años después de su debut en San Mamés, es un lujo para el Lugo, equipo al que lanza, no solo con su fuerza o sus goles, sino con su participación en el juego combinativo que pregona Setién.
De Azkorra decía hace unos días uno de sus maestros en Lezama, Edorta Murúa: «Era uno de los llamados a quedarse en el primer equipo». Tras Bilbao, y siempre en Segunda, militó en el Recreativo, Numancia, Albacete y Salamanca.
En pretemporada aterrizó en el Ángel Carro. Lo esperaba su amigo, el portero Escalona. El domingo marcó su noveno gol, y dio otro más. El Lugo es líder en Segunda B y campeón de invierno. Y Azkorra tiene mucho que ver.