Giddens, engullido por la comida basuraUna trayectoria descendente

J. M. F. REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

24 ene 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

A Justin Ray Giddens no le dio tiempo ni a disfrutar del baloncesto español, tampoco de descubrir la gastronomía mediterránea. El escolta norteamericano, procedente del Prokon polaco, se incorporó al Valencia el 7 de enero. Un refuerzo de lujo para un equipo en ascenso que estaba a punto de debutar en el Top 16 de la Euroliga. Un par de semanas después, Giddens ha emprendido el camino de vuelta. Por culpa de la comida y de su afición por engullir sin medida.

En el conjunto valenciano se hacían cruces con el discreto estado físico de un jugador al que le sobraban 4 o 5 kilos y encabezaba el ránking de de la plantilla en porcentaje de grasa corporal, por encima de pívots o compañeros con muchos más centímetros. En el club trataban de buscar una explicacion que el propio jugador se encargó de desvelar en las redes sociales. En su Twitter personal, Giddens publicaba a diario su particular dieta.

Huevos, queso, lechuga y sanwich de jamón para desayunar; helados, patatas fritas, huevos, pasta en abundancia, refrescos... en las comidas. para despejar cualquier duda, Giddens acompañaba sus comentarios con fotografías que identificaban la inquietante dieta para un deportista de élite.

Nacido febrero de 1985, jugó dos temporadas en la Universidad de Kansas, con buenos promedios, pero un incidente (recibió una pulañada en una pierna duirante una pelea en un bar) se incorporó a la de Nuevo México. Tras ser elegido en el puesto 30 del draft del 2008 por Boston y traspasado en el 2010 a los Knicks, no cuajó en la NBA y emprendió su primera experiencia europea, en el Prokon polaco. Ahora, acaba de ser despedido del Valencia.