Obradovic recupera su corona

josé m. fernández REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

09 may 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Una garantía de éxito. Para ganar la Euroliga la única apuesta segura es sentar en el banquillo a Zeljko Obradovic (Cacak, Serbia, 1960). Así lo hizo el Panathinaikos en el 1999 y así ha conquistado cinco, la última ayer, al superar al Maccabi (78-70) en Barcelona. En su palmarés con el equipo ateniense también figuran 10 Ligas y 6 Copas griegas.

Nadie ha ganado más cetros europeos que el exigente Obradovic, que acumula ocho, con cuatro equipos diferentes: Partizán (1992), Joventut (1994), Real Madrid (1995) y Panathinaikos (2000, 2002, 2007, 2009 y 2010). Por detrás, leyendas como Ferrándiz, Gomelski, Maljkovic y Messina, con cuatro. Además, el éxito es inmediato, ya que a cuatro de los cinco equipos a los que ha dirigido los llevó a la conquista de la Euroliga en su primera temporada. Solo tropezó con el Benetton, con el que ganó Copa Saporta.

Entrenador vocacional -compaginó su faceta como jugador con la entrenador de categorías inferiores- , compartió vestuario en el Partizán con talentos del nivel de Divac, Djordjevic o Paspalj, hasta que se hizo cargo del equipo en 1991. A la primera, Liga y Copa serbias y Liga Europea, frente al Joventut. Dos años después, en 1994, le devolvería a la Penya el triunfo del que le privó con el estratosférico triple de Djordjevic en el último segundo de la final de Estambul.

Después, una tumultuosa salida del Madrid tras ganar la Euroliga y la Copa Saporta y el paso por Italia. El preludio de lo que estaba por venir. En 1999 se hizo cargo de un Panathinaikos en crisis. El éxito, otra vez, fue inmediato, y constante. Cinco de las últimas doce Euroligas llevan su firma.

Con Yugoslavia ha conquistado la plata olímpica (Atlanta 1996), el oro en el Mundial (Grecia 98) y en el Europeo (España 97) y el bronce en el Europeo de Francia 99. Y un lunar, con su país, cuando en el Europeo de Belgrado (2005) fue incapaz de doblegar a las estrellas de la NBA, escasamente implicadas, y acabó en la novena posición.

Aseguran que en sus entrenamientos no hay tregua, que no distingue entre partidos y sesiones de preparación. Todo un espectáculo en la banda, discute, grita, gesticula... Exigente y con fama de justo, se ha manejado con el respaldo de estrellas a las que permite brillar -Djordjevic, Danilovic, Sabonis, Bodiroga, Diamantidis...- y el aval del mejor palmarés del baloncesto europeo.