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Los compañeros de Weylandt encabezan el homenaje

Agencias

DEPORTES

Los miembros del Leopard, el equipo del fallecido Wouter Weylandt, entran juntos en meta en una jornada de luto que no tuvo competición.

10 may 2011 . Actualizado a las 20:54 h.

Los ciclistas del equipo Leopard encabezaron el pelotón al llegar a la meta de la cuarta etapa del Giro de Italia, que se neutralizó y sirvió de homenaje para el belga Wouter Weylandt, fallecido el lunes tras una caída. Ahora, los compañeros del corredor fallecido decidirán si continúan o no en la prueba a partir de mañana.

Los participantes guardaron un minuto de silencio antes de tomar la salida en Génova y portaron brazaletes negros en señal de duelo. Los compañeros del belga en el equipo Leopard lideraron en fila el pelotón al inicio y al final de la etapa neutralizada. El director de carrera, Angelo Zomegnan, confirmó que la jornada de 216 kilómetros entre Génova y Livorno no contaría para la clasificación general. Cada equipo comandó el grupo durante diez kilómetros.

No hubo música ni las celebraciones habituales durante la ruta y, como el lunes, no hubo ceremonia de premios. «Será un día de duelo de principio a final», había dicho dijo Zomegnan.

El francés Jerome Pineau, ex compañero de equipo y habitación de Weylandt, recordaba antes de la partida que «nadie nace para morir así», y que «el ciclismo es un trabajo peligroso». Otro amigo del belga fallecido, el estadounidense Tyler Farrar, compañero de entrenamientos y vecino de Gante, anunció su decisión de abandonar el Giro por la «pérdida de un hermano».

Un trayecto bajo el sol que acompañó al grupo desde la costa Liguria a la Toscana. El pacto de los equipos incluía el compromiso de tirar diez kilómetros cada uno y llegar sobre las 17.30 horas a Livorno, ciudad con fama de irónica y divertida, en esta ocasión con el cuerpo para pocas bromas. No se cumplió el pacto horario, ya que se produjo un desfase de media hora y tampoco faltó un pequeño susto, con una caída que afectó al ruso Denis Menchov, sin consecuencias. Una jornada que terminó tras casi seis horas encima de la bicicleta, y de forma muy emotiva.

Reconocimiento del cadáver

El padre del ciclista belga Wouter Weylandt llegó a primeras horas de la mañana al hospital de Lavagna para afrontar la más dura prueba, el reconocimiento del cadáver de su hijo, que murió ayer como consecuencia de una caída sufrida en la tercera etapa del Giro de Italia.

La familia del corredor belga llegó a Lavagna a la una de la madrugada, pero no ha sido hasta hoy cuando su padre ha tenido que identificar a su hijo fallecido.

Tras el accidente de ayer, el fiscal adjunto de la localidad de Chiavari, Francesco Brancaccio ordenó la autopsia del cadáver y la apertura de una investigación sobre el accidente.

Weylandt sufrió la caída mortal en el descenso del Passo del Bocco, a 25 kilómetros de meta de la tercera etapa del Giro, lo que le causó, entre otras lesiones, una fractura de la base del cráneo.