El fútbol se mete en un jardín

Xurxo Fernández Fernández
xurxo fernández REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

La huelga deja sin fechas a la Liga y resalta las profundas divergencias entre sus estamentos

13 ago 2011 . Actualizado a las 19:10 h.

Trastocar la preparación de España para la Eurocopa, alargar el campeonato hasta las puertas de la cita continental, modificar (una vez más) el formato de la Copa del Rey, o llegar a un acuerdo. Son las únicas alternativas para que la Liga pueda celebrar las 38 jornadas previstas. La decisión de los jugadores de ir a la huelga ha metido en un jardín a todos los estamentos de la competición y ha revelado las profundas divergencias entre los distintos actores del torneo. Fernando Roig, el presidente del Villarreal, alérgico a morderse la lengua, habló ayer de una Liga desvirtuada. Sobran datos en los que apoyar la afirmación.

Falta de democracia. El rodillo de los grandes.

«Se votó como siempre y se pasó el rodillo, porque en estos momentos es así». Roig insistió en su rueda de prensa de ayer en la falta de democracia en la LFP. El Real Madrid y el Barça suelen imponer sus criterios y establecer pactos previos a las asambleas, a las que ya se llega con todo decidido. «Está todo dirigido y está todo más que claro para el beneficio de unos pocos», clamó el presidente del Villarreal.

En esa misma línea, su homólogo en el Sevilla, José María del Nido, cargó contra el «desequilibrio presupuestario» de los equipos -generado en última instancia por las propias entidades- y se refirió a «una espiral en la que todos los clubes se endeudan por encima de sus posibilidades para poder competir hasta que explotan y dejan de poder atender pagos» . El mandatario publicó en la web de los andaluces un comunicado en el que criticó la pretensión de que «los clubes que cumplimos, cubramos y paguemos las deudas de los que no cumplen».

Roig apuntaba una solución: «El que no paga debe descender, e incluso los jugadores de ese equipo deben quedar libres». Los dos dirigentes coinciden en atacar la postura de la AFE.

Respaldo a la huelga.Los entrenadores respaldan a la Asociación de Futbolistas.

Pero al organismo que preside Luis Rubiales no le faltan apoyos en su decisión de ir a la huelga. Mientras el sindicato mundial de futbolistas (FIFPro) se mostraba a través de un escrito «orgulloso de la solidaridad de los jugadores españoles», Comisiones Obreras y la Asociación de Entrenadores también respaldaron con sendos comunicados la decisión.

En un texto remitido a la agencia Efe, la agrupación de técnicos sostenía que el paro responde a «una más que justa y razonable reivindicación». «Si alguien no tiene culpa es el deportista [...], por ello la postura de la AFE de exigir la firma de un convenio colectivo a la LFP, no solo es razonable sino de una justicia aplastante», concluye.

Falta de control. Sin un mediador válido

«Espero que la Liga y la AFE se sienten a negociar». Esa es la postura de fuerza del representante del Gobierno en un negocio que mueve (y debe) cientos de millones de euros de las arcas públicas. El Consejo Superior de Deportes, a través del Secretario de Estado, Albert Soler, permanece de momento como observador del problema. Nada nuevo. La actitud es calcada a la mantenida hasta la fecha frente a la progresiva acumulación de deudas de los clubes que ha derivado en la actual situación.

Mientras los países del entorno y otros campeonatos de primer nivel (como en inglés o el alemán) afrontan medidas de austeridad y control impulsadas desde el Estado, en España el CSD ha tenido que ver cómo administradores concursales le sacaban los colores. Los encargados de tutelar al Levante, por ejemplo, apuntaron en sus conclusiones al Consejo como responsable de la quiebra del club por su política de dejar hacer. La legitimidad como mediador de la institución que preside Soler está en entredicho.

Falta de fechas. La solución de los juveniles, prohibida por la Federación.

Y si no hay solución, todo deberá pasar por una reubicación de fechas, algo que parece misión imposible en vista de lo apretado del actual calendario. En toda la temporada solo hay un miércoles libre (el 2 de mayo), a solo diez días del final del campeonato. El resto está ocupado por compromisos de la selección -que podría renunciar a alguno de sus amistosos para los que ni siquiera tiene rival- y la Copa del Rey -que podría volver al formato de partido único para dieciseisavos y octavos-.

Los clubes no podrán mantener las fechas unilateralmente, como en las huelgas de 1981 y 1984, cuando enviaron a los juveniles a disputar los encuentros. El artículo 223 del actual reglamento de la Federación obliga a que jueguen «al menos siete futbolistas de los que conforman la plantilla de la categoría en que milita el equipo».