Gran Bretaña sufrió en sus carnes la tortura que supone aguantar al equipo español cuando pone en marcha todo su poderío interior.
03 sep 2011 . Actualizado a las 06:00 h.España se acerca a su mejor versión. En el momento justo, ante el rival más peligroso de los tres a los que se ha enfrentado, en vísperas de los compromisos realmente serios -frente a Lituania, mañana, y Turquía, el lunes- y para asegurarse ya una plaza en la segunda fase. No fue una actuación coral ejemplar y quizá careció de la continuidad que se exige a un grupo que aspira al oro, pero Gran Bretaña sufrió en sus carnes la tortura que supone aguantar al equipo español cuando pone en marcha todo su poderío interior.
Fueron apenas seis minutos, tras el descanso, cuando Gran Bretaña se sentía feliz de haber aguantado con dignidad los dos primeros cuartos (38-32) e incluso había disfrutado de alguna efímera ventaja (19-21). Hasta entonces, España había firmado una actuación correcta, vibrante por momentos, con un excelente Rudy Fernández, tanto en su defensa sobre Loul Deng como en ataque, pero a la que le faltaba el acierto exterior para rematar la faena. Las sensaciones superaban al resultado. Buen ritmo, poca renta.
Entonces, con Navarro discreto y sin puntería en el lanzamiento, el juego español se concentró en los hermanos Gasol para resolver por la vía rápida. Del 38-32 del descanso se pasó al 60-40, con una sucesión de 18 puntos consecutivos desde dentro de la zona (14 de Marc Gasol y 4 de su hermano). Ahí, además, España apretó las tuercas en defensa a los británicos, anuló a Deng e incluso Ricky Rubio tuvo la oportunidad de sacudirse parte de la presión que parece perseguirlo con la selección español. Asunto resuelto, porque si algo ha aprendido la ya experta generación de oro es que es preferible ser cicatero cuando se trata de esfuerzos innecesarios. Así que una vez cerrado el partido, sin nada en juego, Scariolo pudo dar descanso durante los últimos diez minutos a hombres que, como Gasol o Navarro, no conviene exprimir más de lo necesario.
Jerarquía decantada
Con una rotación más moderada -Sada y Claver solo tuvieron su oportunidad en el insulso último cuarto-, la jerarquía parece cada vez decantada hacia los hermanos Gasol, Navarro, el dinámico Rudy Fernández y la versión mejorada de Calderón y Ricky. También Reyes, después del reciente fallecimiento de su padre, ha recuperado su tradicional papel de chico para todo, al que es posible sacarle partido incluso durante cortos espacios de tiempo.
La faena hubiera rozado la perfección si además de una mayor seguridad en el lanzamiento exterior, Scariolo acertara definitivamente con el rol que le tiene destinado a Ibaka y si Llull y Claver aproximan por fin sus prestaciones a las que muestran con sus clubes. Todavía están a tiempo. Lo mejor está por llegar.
Parciales cada diez minutos: 19-16, 19-16 (38-32, en el descanso); 22-13 y 26-24 (86-69).
Árbitros: Zoran Sutulovic (MNE), Sergey Mikhaylov (RUS) y Robert Vyklicky (CZE). Ibaka (min 34) y Boateng (min 36) fueron eliminados por cinco personales.
Incidencias: Tercera jornada del grupo A del Eurobasket. Panevezys Arena ante unos mil espectadores.
Pau Gasol (21), Rudy (11), Navarro (3), Calderón (2) y Marc Gasol (18) -cinco inicial-, Reyes (10), San Emeterio (2), Ricky (4), Ibaka (8), Claver (4), Llull (3) y Sada.
Lenzly (2), Deng (17), Freeland (4), Reinking (9) y Clark (14) -cinco inicial-, Adegboye (8), Van Oostrum, Sullivan (5), Boateng (2) y Johnson (8).
«Poco a poco vamos a más. Nos hemos sentido ya mucho más cómodos y estamos más contentos»
«Conseguido el primer objetivo, el prioritario, ahora debemos seguir mejorando»