Sepang enmudeció cuando las motos Eduards y Rossi pasaron por encima de Simoncelli. Y en medio del silencio un grito y una sombra destacaban. Se trataba del padre del fallecido piloto que, al igual que la novia de su hijo, siguieron en directo el desenlace de la prueba.
El mundo del motor se puso ayer el brazalete negro en señal de duelo. Ni sus más enconados enemigos deportivos pudieron llevar la jornada con tranquilidad. «¡Qué mierda!», escribió Jorge Lorenzo en su twitter al confirmarse la muerte. «No sé qué decir en un día así. Solo sé que te echaremos de menos. Descansa en paz, Marco», apuntó el piloto mallorquín, ausente en Malasia tras ser operado, para resumir su estado de ánimo y reflejar la consternación del mundo del motociclismo. Dani Pedrosa sí habló en el circuito de Sepang y quiso recordar «lo peligroso que es este deporte». «Cuando sucede algo así, no hay nada que decir. Todo lo demás no es importante», reconoció el catalán, que calificó a su compañero de equipo como un piloto «muy valiente».
Stoner, en estado de shock
También el campeón del mundo de MotoGP, Casey Stoner, «en estado de shock» y «entristecido», resaltó el valor de la vida al referirse al fallecimiento del italiano. «Cuando pasan cosas como esta te das cuenta de lo preciosa que es la vida, y me hace sentirme mal por dentro. Lo único que puedo decir es que lo siento por la familia de Marco», señaló el australiano
«Hoy es un día tristísimo para el motociclismo», sentenció Jorge Martínez Aspar, que calificó el mortal accidente como «un lance de carrera». «A Marco se le ha ido la rueda delantera. Ha intentado salvar la caída, pero lamentablemente la inercia de la moto lo ha llevado al interior de la curva, cuando en ese momento llegaban Edwards y Rossi, que no han podido hacer nada para esquivarlo», comentó.