El mejor relaciones públicas

Paulo Alonso Lois
paulo alonso lois REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

Álex Corretja, ayer, durante su presentación.
Álex Corretja, ayer, durante su presentación. toni garriga. < / span>efe< / span>

Corretja, ganador de la Davis como jugador, espera vencer como capitán

29 dic 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Derrotado en el mayor acontecimiento de su carrera hasta entonces, Álex Corretja (Barcelona, 1974) cruzó la pista central de Roland Garros para fundirse en un abrazo con Carlos Moyá en 1998. Ni en la hora de la derrota perdió la sonrisa que lo acompaña siempre el nuevo capitán español de la Copa Davis. Afable y cortés, necesita sus mejores dotes de relaciones públicas para recobrar la paz alrededor de la Armada. Jugador sobresaliente, aunque sin un grande -perdió dos finales en París-, siente que tiene ante sí un nuevo objetivo. «Si algún reto me quedaba en mi carrera deportiva era ser capitán de Copa Davis. A cada uno le llega su momento cuando le toca, y para mí es un muy buen momento a nivel personal y profesional», explicó ayer.

Formado en La Salut (Barcelona), Corretja fue un talento precoz, que sembró detalles de su evolución en repetidas paradas en el Club de Tenis de La Coruña. Allí perdió en 1987 la final del Campeonato de España infantil ante Alberto Berasategui, también se quedó en las semifinales del Nacional absoluto ante Albert Costa en 1997 -en un torneo en el que necesitó tres sets para ganar al lucense Óscar Burrieza-, y un año después participó en el triunfo en cuartos de la Davis ante Suiza.

De Hannover a Riazor

Perdió dos finales de Roland Garros, en 1998 ante Moyá y en el 2001 contra Guga Kuerten, alcanzó el segundo puesto del ránking mundial en 1999 y vivió su gran hito al remontar dos sets en contra contra Moyá en la final de la Copa de Maestros de Hannover en 1998 -días después repitió triunfo en la reedición del partido en el palacio de los Deportes de Riazor-. Jugador de tierra, contribuyó a ir cambiando el molde del tenista español. Su triunfo en Lyon 1998 rompió una racha de 22 años sin títulos nacionales en pista cubierta (desde el de Manuel Orantes en el Masters de Houston 1976), y hasta tumbó al intocable Pete Sampras en hierba en una eliminatoria de la Copa Davis en el 2002.

Retirado en el 2006, ayer pasó de puntillas sobre las anunciadas renuncias de Rafa Nadal, David Ferrer y Feliciano López a la Copa Davis para el año 2012, todos en mayor o menor medida con la excusa de la saturación del calendario con los Juegos Olímpicos. «A mí, ningún jugador me ha dicho que no vaya a jugar. Otra cosa es lo que se ha publicado, y tendrán sus motivos. Yo voy a hablar con todos ellos y cuento con todo el mundo», indicó, al tiempo que lanzó un guiño a los tenistas relegados en la etapa de Albert Costa como capitán, como Nicolás Almagro, el más crítico. «Si pensara que no tenemos opciones sin Nadal y Ferrer, no estaría aquí», añadió el barcelonés, que llega a la capitanía tras la mejor época del tenis español en la Davis, con tres títulos en los cuatro últimos años: «Esperemos que lo mejor esté por llegar, que sigamos haciendo historia por todo el mundo».