Aunque el sábado ya lo había dejado sentenciado, no fue hasta ayer cuando Cyril Després se coronó con su cuarto Dakar, al conquistar Lima por delante de Marc Coma. El galo completó la última especial de solo 29 kilómetros con la tranquilidad de quien se sabe ganador con apenas llegar, y sin tomar ningún riesgo, entró en meta en una décima etapa puramente anecdótica. La especial que cerró este Dakar se la llevó el noruego Ullevalseter, por delante del gran perdedor de esta edición, Marc Coma.
El catalán de KTM no pudo cumplir con su papel de favorito. Luchó no solo con la dificultad intrínseca de un Dakar pensado para recuperar el espíritu africano, perdido desde que hace años la falta de seguridad obligó a cruzar el salto para el raid más emocionante. Contra Coma fue también una organización que, justificando lo injustificable, ayudó a Després en la octava etapa. El francés había perdido más de nueve minutos en la general, pero los comisarios decidieron anular los primeros kilómetros y compensar la pérdida de tiempo del galo.
Aquel tiempo podría haber sido definitivo, no solo para llegar a la recta final de este Dakar con ventaja de Coma sobre Després, sino también para plantearse una estrategia mucho más conservadora para las últimas etapas. No obstante, en favor de Després hay que decir que fue mucho más regular que el español, y exceptuando aquel fallo en Copiapó, no tuvo prácticamente problemas. En cambio, Coma se equivocó de ruta en dos etapas: en la tercera y la decimotercera. En ambos casos, los errores de navegación del español beneficiaron a Després. Si bien en el primero de ellos pudo reaccionar, el segundo fallo se produjo en el peor momento.
El error de Coma antes de llegar a Pisco fue en el momento más inoportuno. Era la etapa en la que, apelando a la heroica, podría haber amarrado su cuarto Touareg de bronce, pero la presión que debía meterle a Després se le revolvió y cedió más de doce minutos. Ya sin opciones, y con el amargo sabor de la derrota en la cara llena del polvo del desierto peruano, Coma se tuvo que despedir después de apostar todo a una carta que, como se ha visto, fue equivocada.
La otra cara de la moneda es Cyril Després, que ha revalidado el título. El de Fontainebleau, que cumplirá 38 años en menos de dos semanas, ha visto culminado así un éxito que le confirma como el hombre más fuerte, con permiso de Coma, en el mundo de los raids. Aunque merecida, esta victoria queda empañada no solo por verse beneficiado por el ASO, empresa que organiza el Dakar y el Tour de Francia de ciclismo, entre otras competiciones de primer nivel-, sino por su propio comportamiento, como cuando dejó tirado a Gonçalves en aquella polémica octava etapa o la presión a la que sometió a los comisarios para pedir que anularan ese tramo. No es la primera vez que Després recurre a este tipo de artimañas, lo que le ha llevado a recibir no pocas críticas.