Séptimo técnico que cesa esta temporada

P. G. redacción / la voz / agencias

DEPORTES

01 feb 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

El gallego Fabriciano González ya no es el último entrenador despedido en Primera División. Encontró el paro la semana pasada, a pesar de haber ascendido al Granada desde Segunda División B a Primera en dos temporadas.

También hizo historia Manolo Preciado en el Sporting, pero de poco le ha servido con el paso del tiempo. Él es ahora el que ostenta el dudoso mérito de ser el último entrenador despedido en Primera División.

El del gallego y y el del cántabro son los dos últimos nombres en incluirse en una lista de damnificados en lo que va de temporada y que ya suma siete integrantes.

El danés Michael Laudrup fue el primer entrenador de Primera que abandonó el banquillo esta campaña, después de haber dirigido al Mallorca durante quince meses. Su adiós estuvo teñido de ardua polémica con los gestores del club, a los que acusó de injerencias en su trabajo. Días antes, su ayudante, Erik Larsen había acusado al máximo accionista y vicepresidente del club, Lorenzo Serra Ferrer de «ser una mala persona» y de «no estar capacitado para dirigir el club». Joaquín Caparrós se hizo cargo del Mallorca desde entonces.

Posteriormente fue el argentino Héctor Cúper, el pasado 29 de noviembre, quien presentó su dimisión como entrenador del Racing de Santander, ante la nefasta racha de resultados obtenidos por el club santanderino.

El mismo argumento sirvió a los directivos del Villarreal para despedir a Juan Carlos Garrido y situar en su lugar al exportero del Deportivo y del Atlético de Madrid, José Francisco Molina.

Gregorio Manzano había acusado en reiteradas ocasiones de falta de profesionalidad a los jugadores del Atlético de Madrid antes de abandonar la entidad colchonera y dar por zanjada su segunda etapa a orillas del Manzanares.

El mexicano Javier Aguirre fue destituido antes de que la directiva del Zaragoza viviese una auténtica revolución en los despachos ante las decisiones que iba adoptando el dueño del club, Agapito Iglesias, de forma unilateral.

Por último, Fabriciano González y Manolo Preciado se despidieron del Granada y del Sporting entre lágrimas.