Internacional e histórico de la ACB, siete meses en el Real Madrid le han bastado al entrenador del Real Madrid para alcanzar el éxito con un juego atrevido y vistoso
21 feb 2012 . Actualizado a las 07:00 h.La papeleta no era sencilla. Hacerse cargo del Madrid pos-Messina era una tarea para valientes, un trabajo para relanzar una carrera o para pasar al olvido. Sergi Llull al margen, Pablo Laso (Vitoria, 1987) es el gran triunfador de los últimos días, el técnico que ha llevado al Real Madrid a la conquista de la Copa del Rey 19 años después, poniendo además contra las cuerdas un proyecto tan sólido como el del Barça.
De Pablo Laso se sabía que había sido un jugador de clase más que de físico, un base puro que entendía el juego, un histórico pasador de la ACB con 61 internacionalidades a sus costas que creció a la vera de Pepe Laso, su padre, un entrenador de los de siempre y aún hoy un maestro para las jóvenes promesas.
Histórico e internacional
Al margen de un corto aprendizaje en Estados Unidos, ligó la mayor parte de su carrera al Baskonia, con el que conquistó una Copa del Rey (1995), en la que además fue mvp. Tras pasar por el Real Madrid y el Girona prolongó su carrera hasta el 2003, cuando con 35 años dejó las canchas en el Fórum Valladolid para casi directamente hacerse cargo en Castellón del filial del Pamesa. Después, Valencia, Cantabria y, sobre todo, San Sebastián, donde llevó el equipo a la ACB y durante cuatro temporadas forjó un proyecto que este año se estrenó en la fase final de la Copa.
El verano pasado se hizo cargo de un Madrid que había perdido la brújula tras el paso de Messina. Fue la apuesta arriesgada de un Alberto Herreros con el que lo une una estrecha amistad.
«Tiene personalidad, es valiente y es un supercurrante, así que me alegro por él, y por supuesto por Hugo López», afirma Moncho Fernández, entrenador del Obradoiro, en referencia también al que fue su ayudante en Los Barrios y que ahora se sienta al lado de Laso. Valiente ha de ser para mantener un ideario que pasa por un baloncesto atrevido en tiempos en que prima el físico y la defensa. Su empecinamiento en que Llull jugara de base o correr el riesgo de fichar a Rudy Fernández e Ibaka le ha dado resultado. El primero ha sido el mejor jugador de la fase final y el joven Madrid ha crecido tras la desvinculación de Ibaka y Rudy.
Adaptarse a la situación
«No me sorprende su éxito, Pablo Laso está capacitado para dirigir al Real Madrid, como lo están otros muchos técnicos españoles», afirma Miguel Ángel Hoyo, ex director deportivo del Ourense y durante años entrenador ayudante en Granada, donde preparó numerosos partidos frente al Bruesa de Pablo Laso. «Evidentemente, no jugaba igual que ahora, pero es que probablemente su gran virtud en el Madrid es que ha sabido adaptarse a los jugadores que tiene. Ha sabido interpretar el estilo que mejor les iba y lo ha puesto en práctica», recalca Hoyo, para el que no es menos importante el que «se nota que los jugadores creen en la propuesta».
Lo que el gran Messina no logró en un año y medio lo ha conseguido Pablo Laso en apenas siete meses. El Real Madrid, gane o pierda, tiene un sello, la firma de un técnico que ha apostado por el juego ofensivo. Insiste Moncho Fernández: «Tiene una idea clara del juego y maneja bien los mimbres», suficiente por el momento para que la parroquia blanca se haya reconciliado con un deporte al que había dado la espalda.
pablo laso entrenador del real madrid