José Manuel Calderón deja de cuidar el césped tras 34 años en el cargo
24 feb 2012 . Actualizado a las 07:00 h.Treinta y cuatro años después de hacerse cargo del estadio de Riazor, José Manuel Calderón ha dejado de cuidar el césped del municipal coruñés y también el de Abegondo. El ingeniero agrónomo presentó su dimisión «por el incumplimiento continuo» de los consejos de mantenimiento que él daba.
Así se lo manifestó al presidente del Deportivo en varios correos electrónicos y cartas enviadas y así lo puntualizó en el burofax de renuncia al cargo que envió el pasado mes a la plaza de Pontevedra.
«El césped fue replantado hace unos 18 años y hace ya 8 que tendríamos que haberlo replantado o cambiar los tepes. Sin embargo, la primera opción -que es la que yo aconsejo- es inviable por falta de tiempo [se precisarían más de tres meses] y la segunda, también, por falta de dinero [costaría unos 200.000 euros]. El club ya me dijo que no tenía esa cantidad para invertir. Por eso, el césped precisa más cuidados de los habituales. Pero desde hace meses me encuentro con que no se me hace caso. Digo cómo hay que hacer las cosas y no se hacen», reflexiona.
Calderón explica que desde hace tiempo ha venido transmitiendo sus quejas a Lendoiro, «tanto por correo electrónico como por carta», pero que nadie atendió a sus ruegos. Por este motivo, presentó su dimisión. En este sentido, el hombre que hizo viables los campos de Abegondo quiere dejar claro que la deuda que el Deportivo mantiene con él desde hace tiempo «para nada» ha influido en su renuncia.
«Gracias a Dios, yo no vivo de lo que ganaba en el Deportivo. Sé que no hay dinero y desde hace tiempo me venían pagando cuando podían. Es más, hace poco todavía cobré parte del año pasado. Ahora me adeudan desde agosto, creo recordar, pero estaba dispuesto a aguantar así. Lo que no tolero es que no se haga lo que yo digo y así lo manifesté por escrito. La razón por la que en el burofax reclamaba las mensualidades impagadas es por si el club entra en concurso de acreedores. Se trata de que quede reflejado que existe esa deuda», subraya Calderón.
Lo quiso fichar el Madrid
Un mes después de su renuncia, el padre del césped de Riazor echa de menos sus visitas a Abegondo y al estadio coruñés. «Son como hijos para mí y me dolió mucho tomar la decisión», aclara con una tristeza que refleja su rostro. También le dolió que sus misivas no obtuvieran respuesta: «Ni cuando me quejé ni cuando dimití. Nadie del club se ha dirigido a mí», explica el hombre al que el Real Madrid llegó a ofrecer dos millones de euros anuales para que, tras construir Valdebebas, se dedicara en cuerpo y alma a esta ciudad deportiva.
«Tras la puesta en marcha del complejo estuve algún tiempo yendo un día a la semana o cada dos a controlar el cuidado. Sin embargo, el club blanco quería que estuviera full-time. Era muy buena propuesta, pero yo no quería abandonar A Coruña». De nuevo, no fue el dinero el que lo movió.
El Camp Nou, Balaídos o A Malata son algunos de los campos que llevan el sello de un ingeniero que a sus 74 años siente los campos como algo suyo: «¿Si me pidieran que volviera? Lo haría si me dieran garantías de cambio. Y no hablo de dinero», puntualiza mientras habla del futuro de Riazor: «El problema del estadio será si llueve mucho. Si no lo hace, aguantará esta temporada».