Álex Abrines impactó como Ricky Rubio, pero con un físico y un juego que llevan a pensar en Rudy Fernández
13 mar 2012 . Actualizado a las 07:00 h.El verano pasado su nombre corría de boca en boca como uno de los jóvenes con más proyección del baloncesto español. Entonces, aún con 17 años, era un semidesconocido que apenas un par de años antes había caído de la nada en un campus del Unicaja. Hasta entonces, Álex Abrines (Palma de Mallorca, 1 de agosto de 1993) jugaba en el colegio La Salle de Palma de Mallorca.
El exjugador del Breogán y ahora agente Ricardo González contactó con el gallego Alberto Blanco para buscarle un hueco en un campus de tecnificación que Pepe Laso dirigía en Málaga. Aíto García, entonces al frente del Unicaja, aceptó e inmediatamente apostó por las cualidades de un jugador que, pese a ser júnior de primer año, había crecido fuera de la órbita de la federación española. Un talento natural forjado al margen de las grandes canteras.
El equipo malagueño le echó inmediatamente el lazo. El verano pasado formó parte de la selección española que conquistó la medalla de oro en el Campeonato de Europa sub-18. Fue el MVP del torneo y el nacimiento de otra nueva promesa que añadir al baloncesto español. Y aparecieron las inevitables comparaciones. Un impacto similar al de Ricky Rubio, pero un físico y un juego que invitan irremediablemente a la comparación con Rudy Fernández, por la posición en el cancha, la procedencia y las virtudes físicas. «Plástico, potente, delgado y con un tren inferior excepcional», lo define Alberto Blanco. Un diamante por pulir, pero con unas cualidades innatas excepcionales.
Hijo de un exjugador de la ACB -Gabriel Abrines-, Álex comenzó la temporada con el filial del Unicaja -Clínicas Rincón- en la LEB Oro, pero las lesiones le han hecho un hueco en el primer equipo, que para colmo atraviesa una profunda crisis, ya que ha perdido 14 de los últimos 15 partidos que ha disputado. Desde el pasado fin de semana tiene un récord de precocidad: es el jugador más joven en haber conseguido 31 puntos en la Liga Endesa. Una semana antes, había anotado 15, algo que a su edad solo habían logrado en los últimos 20 años Navarro, Rudy Fernández, Ricky Rubio y Sergio Rodríguez. Palabras mayores.
«No se meten 31 puntos todos los días, pero no estoy contento por el equipo. Los resultados no están siendo buenos y tenemos que cambiarlos», admitía ayer con humildad el joven escolta balear. Los 31 puntos de Abrines fueron además la mejor anotación de un jugador español esta temporada, por encima de los 28 que consiguió Rudy Fernández con el Real Madrid frente al Valladolid.
El colofón perfecto después de tres jornadas consecutivas doblando sus números anotadores. Hasta la jornada 21 su tope era de 1 punto, en la 22 consiguió 8, 15 en la 23 y 31 en la última. Además, ha mejorado el registro más alto del Unicaja en la presente temporada, al superar los 26 de Fitch, y el tope del equipo en más de dos años, desde que el Omar Cook hiciera 35 puntos en enero del 2010. Álex Abrines acaba de acelerar el futuro.
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