Hace siete años que el Celta no disputa un partido con el reto de batir su registro histórico de victorias. La última vez que se había visto en una situación idéntica a la de Las Palmas, fue en la temporada 04/05, la del último ascenso, cuando el grupo de Vázquez buscaba el octavo triunfo ante el Cádiz en Balaídos, pero los andaluces impidieron el registro al llevarse el triunfo por 0-2.
La anterior tentativa de sumar una octava victoria consecutiva también fracaso, y eso que se trataba del impresionante Celta de Pavic, el de la temporada 81/82. En aquella ocasión había sido la Agrupación Deportiva Almería quien se había impuesto por 4-0, la peor derrota recibida por aquel equipo en toda la temporada.
Secundario para el plantel
La opción de establecer este nuevo récord en la historia del club ha pasado de puntillas a lo largo de toda la semana. El plantel apenas le ha dado importancia. Ayer fue Toni Rodríguez quien habló del asunto: «No se puede decir que quede en un segundo plano porque siempre es bonito entrar en la historia del club, pero es bastante más bonito para nosotros seguir en el camino de conseguir el objetivo. Y si ganamos en Las Palmas habremos dado un pasito más».
Los vigueses llegan a este partido después de haber encadenado siete triunfos consecutivos en otros tantos partidos que se llevan disputados de la segunda vuelta, paseando la etiqueta de mejor visitante (el único que ha ganado ocho partidos a domicilio) y siendo además ya el segundo mejor local.