Adrián Chapela consiguió el título en el Torneo de Mannheim
17 abr 2012 . Actualizado a las 15:43 h.Corría el año 1998 cuando España se alzaba por primera vez con el título en el Torneo de Mannheim. La generación de los Gasol, Raúl López, Navarro (ausente en aquella cita) o Calderón conquistaba el mundial oficioso de categoría júnior. Anteayer, otra hornada liderada por Hernangómez, Homs y Josep Pérez condujo al combinado nacional a la gloria. Y entre los ganadores figura un lucense: Adrián Chapela. El balón con el que se disputó la final reposa en la ciudad de las murallas.
Hijo de técnico de baloncesto y de jugadora de voleibol, el base del Estudiantes de Lugo se decantó pronto por el deporte de la canasta: «Recuerdo que entrené por primera vez cuando tenía cuatro o cinco años, con el Cidade de Lugo». Eso sí, antes descartó el fútbol: «A mi madre no le hacía gracia, porque era al aire libre y parecía claro que yo iba a sufrir cuando lloviese o hiciese frío».
Aparcado el césped, Adrián se dirigió al parqué. «Vi que a mi padre le gustaba mucho y me enganché», confiesa. Jugador destacado de su generación, ha realizado apariciones esporádicas en las selecciones españolas. Hasta que en Mannheim, en un torneo en el que ejerció como tercer base, abrazó la gloria por primera vez.
La vivencia fue, en sus propias palabras, «increíble. Jugamos un torneo muy bueno», afirma. Y uno de los artífices del éxito cosechado por el equipo júnior es, en opinión de Chapela, José Antonio Orenga. Acerca del seleccionador, el jugador lucense apunta que «nos ganó a todos dentro y fuera de la pista. Nos cuidó y nos insistió en que saliésemos a la cancha a divertirnos».
Motivación especial
Describe que uno de los mejores momentos del torneo llegó antes de las semifinales frente a Turquía: «Nos pusieron un vídeo de motivación en el que recibimos ánimos a través de las llamadas de teléfono de Mumbrú, Navarro, Calderón, Claver, San Emeterio».
Es el segundo combinado júnior que se sube a lo más alto del podio en la competición que se disputa en Alemania y, posiblemente, habrá comparaciones odiosas a la vista con Gasol y compañía. «Josep Pérez tiene rasgos parecidos a Navarro, pero somos una generación diferente y prefiero no entrar en esas cosas. Ya se verá en el futuro lo que somos capaces de hacer», afirma Adrián
Sobre sus compañeros de equipo en Alemania, elogia a Hernangómez. «Es el mejor pívot de Europa de esta generación», asegura convencido. Y de cara al futuro, el base lucense manifiesta que «tal vez pueda llegar a la élite si sigo trabajando. Pero hay que ir poco a poco. Si lo consigo, será un sueño vivir de lo que me gusta».