Cuenta atrás sin margen de error

Xosé Ramón Castro
x. r. castro VIGO / LA VOZ

DEPORTES

El Celta, con la duda de Oier, visitará la zona de ascenso si supera al Alcorcón

12 may 2012 . Actualizado a las 14:12 h.

El Celta regresa a Balaídos para iniciar un esprint en donde cada uno de los seis partidos será una final. En el mejor de los casos, porque un resbalón podría resultar letal a estas alturas. Y para comenzar estas últimas seis etapas, los vigueses se topan con un rival que se ha ganado en el campo el respeto de todos, un Alcorcón lanzado hacía la promoción y que llega a Vigo avalado por seis triunfos y un empate en las últimas siete jornadas, resultados que le han consolidado en la quinta plaza.

Los dos equipos llegan a un partido determinante casi con lo puesto. Especialmente el Celta, que sale a susto diario. El de ayer lo protagonizó Oier, que apenas pisó el campo de entrenamiento. El navarro padece una lumbalgia que complica su concurso para hoy. De no poder jugar, Catalá sería su sustituto y Herrera se quedaría únicamente con cinco jugadores en el banquillo.

Uno de ellos pudiera ser Mario Bermejo, que regresa después de dos semanas parado, pero no está en plenitud ni para los noventa minutos, por lo que podría ser una bala en la recámara. Con respecto al sábado pasado lo normal sería que Oubiña regrese al centro del campo (Bustos sería el sacrificado) y que Joan Tomás supla al sancionado De Lucas en la zona de los mediapuntas.

Anquela también tiene que recurrir a su fondo de armario para saltar a Balaídos. No podrá contar con Quini, su gran referencia goleada con diez tantos, ni con Borja Pérez, el habitual enganche, ni con Fernando Sales, accionista del Celta (convirtió deuda en acciones) y uno de los veteranos de la tropa amarilla. Sin ellos será el momento de Oriol Riera, uno de los jugadores que sostuvo en pie con sus goles al Celta B dos temporadas atrás.

Con independencia de la formación, el Alcorcón no traicionará el ideario de Anquela. Presión, tensión y también juego, con Paco Montañés, que puede cambiar de banda, como principal amenaza. Para comenzar, el Celta tendrá que igualar la misma intensidad y a continuación ganar sobriedad atrás y afinar la puntería en ataque. Vencer le permitiría visitar, al menos unas horas, el segundo puesto.