El suizo jugó casi 40 partidos menos que Nadal y Djokovic desde el 2007
10 jul 2012 . Actualizado a las 12:26 h.Ya entrado en la treintena, Roger Federer no solo triunfó el domingo en Wimbledon, sino que además luce en el primer puesto del ránking, lo que lo convierte en el mejor a lo largo de los doce últimos meses. A su indiscutible tenis, añade su capacidad para rendir durante casi 20 semanas al año cuando se encuentra a punto de cumplir los 31 años. A su edad, la mayoría de sus coetáneos están ya retirados. Entre los 25 primeros de la clasificación de la ATP, el suizo es el más veterano. Sabe dosificarse, descarta torneos y aligera su planificación. En las cinco temporadas anteriores, el artista de Basilea disputó 38 partidos menos que Rafa Nadal y 35 menos que Novak Djokovic. Porque eligió un calendario más liviano, con nueve compromisos menos que el español y diez menos que el serbio. Su tenis ofensivo también evita desgaste. Con todos esos ingredientes, sus piernas se mueven más ligeras. De esa manera, evita que el fisioterapia tenga que entrar en la pista para atenderle, algo que sucedió en octavos de Wimbledon por primera vez en nueve años en un grande.
«Hay gente que coge su nivel a los 22 años y a los 28 va bajando», razonó Toni Nadal en una entrevista con La Voz para valorar la duración de una carrera. Federer ya derrotó a Sampras en Wimbledon con 19, y celebró su primer título en la catedral con 21. Pero hoy sigue inmenso. El domingo reconquistó Wimbledon, pero en noviembre había ganado también la Copa de Maestros, palabras mayores.
Hubo un tiempo en que Federer lo jugaba todo, como los jóvenes Nadal y Djokovic. Terminó el año 2002 como número seis después de acudir a 25 torneos y a dos eliminatorias de la Copa Davis con Suiza. Al año siguiente, cuando ganó su primer Wimbledon, jugó 95 partidos, y en el 2006 disputó 97. A partir de entonces, se volvió más selectivo, algo que no impidió que finalizase los años 2007 y 2009 al frente de la clasificación mundial. Incluso prescinde de algún Masters 1.000: evitó el de Montecarlo en un par de ocasiones y solo jugó una vez en el de Shanghái.
En agosto del 2010 también removió su equipo de trabajo para seguir en la brecha, incorporando a Paul Annacone, el entrenador que guio los pasos de Pete Sampras durante los últimos años de su carrera.
análisis la dosificación del número uno