Hacen pública la conversación que el entrenador argentino mantuvo antes del verano con sus jugadores y en la que les reprocha las dos finales perdidas
05 oct 2012 . Actualizado a las 07:00 h.«Se permiten reírse después de haber perdido una final. Hay tipos que vienen caminando desde Madrid, y nosotros que estamos arriba del colectivo riéndonos después de haber perdido una final. Y esto ni en el fútbol ni en la vida es así». Es un fragmento de la última lección de Marcelo Bielsa a sus jugadores durante la pasada temporada en la que el fútbol del Athletic puso a toda Europa a sus pies. Nada de lo que dice el argentino deja indiferente. Sus discursos están repletos de palabras pesadas que en este caso invitaban a la humildad de los jugadores, a que se acordasen de su afición.
Era el mes de mayo, poco antes de las vacaciones de verano, y en esa última conversación de la campaña que ayer la página web especializada en la información del Athletic de Bilbao «El Desmarque Bizkaia» hizo pública, les pidió también que meditasen sobre por qué habían perdido las dos finales. Con un tono agrio les reprochó la forma en la que habían naufragado en esos dos partidos cruciales: el de la Liga Europa en Bucarest ante el Atlético de Madrid y el de la Copa del Rey frente al Barcelona. «No se trata de ganar es la forma de perder», dijo.
«Todo el tránsito hasta la final fue extraordinario porque jugaron partidos extraordinarios, verdaderamente extraordinarios. Pero la forma de perder lo opaca. Y más lo opaca el no saber por qué», expone el argentino en la grabación que se supone fue realizada en el propio vestuario del equipo y que ve la luz en uno de los momentos más complicados para el preparador después de un inicio de Liga plagado de dudas, la petición de salida de dos de sus principales estrellas (Javi Martínez, quien fichó por el Bayern de Múnich, y Fernando Llorente, quien no encontró acomodo en el mercado europeo y sigue en el equipo) y la mala imagen que transmitió ayer su equipo en Praga, donde perdió por 3-1.
Pero en su aplastante monólogo, como ya había hecho públicamente en las ruedas de prensa posteriores a ambos partidos, Bielsa reconoce su propia impotencia para analizar cómo un conjunto maravilloso, capaz de tumbar al Manchester United, se convirtió en un equipo endeble y sin personalidad, al que noquearon en las dos oportunidades de las que dispuso para trascender en la historia. «La realidad, muchachos, es que no sabemos por qué. A mí no me alcanza con decir que las conclusiones del primer partido (la final de la Liga Europa en Bucarest, perdida por 3-0 ante el Atlético de Madrid) fueron que estábamos demasiado nerviosos, que... Todas las que ustedes atribuyeron. Para mí... Yo si me preguntan por qué, peor todavía, no sabría por qué».
Las oportunidades perdidas
Bielsa trató con insistencia hacerles ver la oportunidad que habían dejado escapar: «Porque ustedes estas oportunidades va a pasar muchísimo tiempo para que tengan revancha. Y se van a acordar de lo que les estoy diciendo». El nuevo curso parece que ya le otorga la razón, aunque ayer el argentino calificó la filtración como una «deformación periodística».