Mejri lideró el triunfo ante el Valladolid tras el descanso
06 ene 2013 . Actualizado a las 23:22 h.El Obradoiro tramitó la victoria más cómoda de la temporada, junto con la que firmó ante el Cajasol, y llega a la última jornada de la primera vuelta con opciones de clasificarse para la Copa del Rey por vez primera en su historia.
En la primera parte el partido discurrió por el cauce que no quería el técnico visitante, Roberto González. Barruntaba que las opciones de su equipo pasaban por colapsar el perímetro santiagués. Y no fue el caso. Al descanso, el conjunto local sumaba siete triples de trece intentos. Y otros tantos puntos de los pívots. Y la diferencia era de 16 a favor de las huestes de Moncho Fernández.
De vuelta de los vestuarios el Obradoiro pasó cinco minutos de pájara y el rival se acercó a siete puntos. Bastó un poco de relajación defensiva y otro poco de vértigo en el ritmo para que el encuentro entrase en una dinámica peligrosa.
En el tercer cuarto el guionista del partido decidió enredar y desafiar la lógica. Los locales se atascaron, se les salieron cuatro canastas hechas y el Valladolid encontró oxígeno en los triples de Nacho Martín y Grimau. Los pucelanos, que hicieron quince puntos en el primer cuarto y quince en el segundo, llevaban otros quince en cinco minutos. Pero ahí se quedaron.
Moncho Fernández pidió tiempo muerto, tocó a rebato y cambió la historia de cabo a rabo. El Obradoiro recuperó la intensidad defensiva y el punto de inflexión llegó de la manera más inesperada, con un triple de Mejri. Cosas del guionista.
El tunecino se gustó y, aunque no de una manera muy académica, lo cierto es que todo lo que intentó le salió. Solo le faltó probar con un gancho desde más atrás de la línea de 6,75. Anotó tras bote, en carrera, haciendo un alley oop ... Y todo eso sin olvidarse de los rebotes y de asistir a sus compañeros. Se llevó una ovación de gala.
El tercer cuarto se cerró con un parcial 13-0. Y el último ya fue a beneficio de inventario.