El lucense dirigirá a los griegos hasta final de temporada
09 ene 2013 . Actualizado a las 14:19 h.«Tenéis que trabajar como locos. Yo os voy a dar las armas necesarias; y si me hacéis caso, no nos va a ganar nadie». Así acabó la charla que Fabriciano González (Lugo, 1955) le dio ayer a sus hombres de confianza en el Panathinaikos. A continuación, atendió a La Voz para comentar su llamativo fichaje por el actual subcampeón de la liga griega. El técnico, que hace apenas un mes fue despedido del Racing de Santander, ha recibido ahora el encargo de enderezar el rumbo de un histórico venido a menos, eliminado de la Liga Europa y noveno clasificado en el campeonato doméstico.
Ganas y confianza no le faltan, a tenor de la arenga que soltó a los tres españoles del equipo (Sarriegui, Vitolo y Toché) y a un viejo conocido del Atlético (Seitaridis). «En la plantilla tengo alguno más que habla español (un venezolano, un argentino y un uruguayo) y a un chaval, Quincy (ex del Celta y del Málaga), que habla español, inglés y griego y me está ayudando. Porque yo inglés sé muy poco y de griego no tengo ni idea, es un problema delicado», explica por teléfono.
Una barrera, la idiomática, que no ha impedido a Fabri fichar hasta final de temporada por un club que lo ha seducido de inmediato: «Llegué aquí y me encontré con unas instalaciones como las que tiene el Milán, con comedor, varios campos de entrenamiento, tiendas... De todo. Estoy anonadado con esto, me ha tocado un dulce». Pese a la sorpresa inicial, el lucense está seguro de que la aventura no le va a quedar grande. «Aquí me han traído por méritos propios, como llevar al Granada de Segunda B a Primera en sesenta partidos», subraya.
En el Panathinaikos le han marcado un ambicioso objetivo: «La idea es tener éxito en alguna competición. Seguimos vivos en la Copa -hoy juegan contra el débil Platanias-, así que habrá que centrarse en esa. Además, debemos acabar entre los cinco primeros en la Superliga, porque eso da derecho a jugar la liguilla por una plaza en la Champions o en la Liga Europa. Tenemos toda la segunda vuelta para lograrlo».
La receta de Fabri se inspira en una imagen reciente: «Si viste cómo jugó el Dépor el otro día con Domingos Paciência entonces ya sabes lo que yo busco. Los equipos hay que montarlos a partir de la solidez defensiva. Mi misión es buscar el equilibrio y sacar esto adelante».