El Dépor no pierde el molde

josé m. fernández REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

Aunque sin brillo, el conjunto coruñés manejó con acierto los tiempos

20 may 2013 . Actualizado a las 17:46 h.

El derecho a seguir en Primera. Tres puntos para tratar de conservar las opciones hasta la última jornada. Cuatro jornadas después, el Dépor se reencuentra con el triunfo, con tres puntos necesarios para sobrevivir. Aunque sin brillo, manejó con acierto los tiempos y mantuvo su nivel competitivo. Pero no sale indemne de un choque que deja un regusto amargo, porque pierde para La Rosaleda a Manuel Pablo y, sobre todo, por la desafortunada manera de Nelson de celebrar su gol.

primer tiempo

Más orden que intensidad

Como en Valladolid la jornada pasada, el Dépor no arrancó con la intensidad que se le supone a un equipo inmerso en la lucha por salir del descenso. Así se llevó el primer susto, en un remate de Stuani al larguero cuando apenas iban dos minutos. A los 30 llegó la primera falta del Deportivo (el Espanyol llevaba seis). Obra de Manuel Pablo, por la que vio la tarjeta que le impide viajar a Málaga. El Dépor despreció los primeros 45 minutos. Sin apenas noticias de Valerón -muy tapado- faltaron llegadas e intensidad.

la segunda parte

Bruno Gama, de nuevo el desatascador

El susto del arranque se repitió al regreso de los vestuarios. Esta vez la mano de Aranzubia y el pie de Silvio evitaron que se adelantara el Espanyol. Bruno Gama fue un jugador clave en el regreso a Primera, pero desapareció durante casi toda la primera parte de la actual temporada. Salió del túnel con la llegada de Fernando Vázquez. Marcó tres goles en otras tantas jornadas consecutivas y ayer resolvió el encuentro. Una diagonal desde la izquierda acabó en un disparo imposible para Cristián Álvarez. Justo premio para el jugador que más allá del acierto nunca se conforma. Ayer, por fin, acabó buena parte de las jugadas que inició. Decisivo en la recuperación del cuadro blanquiazul.

la angustia

Un par de pasos atrás

El Dépor no está para alardes. Así lo entiende Fernando Vázquez, que, con casi toda la segunda parte por delante, optó por conservar la ventaja. Dio un par de pasos atrás y cedió la iniciativa a un Espanyol correcto en la intención y escaso de veneno. Riki pudo evitar el sufrimiento antes del tramo final, pero en un mano a mano con toda la ventaja remató de forma ingenua. Posteriormente, erraría otra gran ocasión.

el futuro

Abel Aguilar y el pragmatismo de Fernando Vázquez

Tan importante es Abel Aguilar para Fernando Vázquez que el técnico decidió no arriesgar y lo mandó al banquillo con media hora por delante. Para evitar una segunda tarjeta y no castigar a un más su físico. Al colombiano no le sentó bien una decisión sensata. A un cuarto de hora del final, el técnico apostó definitivamente por el pragmatismo: Kaká por Valerón, un sacrilegio en otro tiempo y una necesidad en la situación actual del Dépor.

el desenlace

Nelson o como estropear una obra de arte

La versión más ofensiva que se recuerda de Aguirre ya no le hizo daño a un Deportivo que apenas sufrió en el tramo final. Hasta que Nelson Oliveira incendió la grada. En su segundo gol en Riazor -el primero lo marcó en la segunda jornada- definió con maestría ante Cristián Álvarez. Una maniobra que reivindicaría a cualquier delantero, pero al parecer insuficiente para compensar los agravios que Nelson cree haber acumulado en su estancia en A Coruña. El luso carga una pesada mochila de cuentas pendientes y trató de ajustarlas de la peor manera. Metió al vestuario en un lío, justo en el momento más delicado de la temporada.