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El poco ritmo y las ausencias de los azulgrana ayudaron al sencillo triunfo alemán
24 jul 2013 . Actualizado a las 22:48 h.El esperado reencuentro de Pep Guardiola con el Barcelona acabó con una merecida victoria por 2-0 de su nuevo club, el Bayern Múnich, en un amistoso disputado en la capital bávara y con las emociones más fuera que dentro de la cancha.
Los goles de Philipp Lahm (14') y Mario Mandzukic (87') dieron al Bayern la Copa Uli Hoeness, este año rodeada de más expectativa que nunca por los roces previos entre Guardiola y la directiva del Barça y por el 7-0 que el Bayern endilgó a los culés en semifinales de la última Liga de Campeones. Un Bayern más rodado dominó a un Barcelona con Lionel Messi pero falto de ritmo, sin piezas clave como Puyol, Xavi, Iniesta, Víctor Valdés o la nueva estrella Neymar y aún golpeado por la renuncia de Tito Vilanova, sustituido en el banquillo por Jordi Roura a la espera del nuevo entrenador, Gerardo Tata Martino.
Guardiola se tomó muy en serio el reencuentro con el equipo en el que ganó 14 títulos en cuatro temporadas. En el día en que cumplió su primer mes como técnico del Bayern sacó a toda la artillería y no reservó titulares para el sábado, cuando se jugará su primer título en la Supercopa alemana ante el Borussia Dortmund. Con un convincente Thiago y el desequilibrio ofensivo del trío formado por Arjen Robben, Thomas Müller y un enorme Franck Ribéry, los alemanes fueron dueños del balón ante la ilusión de los 70.000 espectadores en el Allianz Arena.
El Barça, que estrenó su camiseta con las rayas rojas y amarilas de la bandera catalana, ni siquiera sacó provecho de Messi, pasivo y aislado sin socios como Iniesta, Xavi o Dani Alves, y jugó el segundo tiempo entero con un equipo B y jugadores de la cantera.