Encara su decimoctava campaña en la ACB con las ganas de siempre y el bagaje de casi dos décadas en las élite
12 ago 2013 . Actualizado a las 18:13 h.Oriol Junyent está ya con ganas de encarar su decimoctava temporada en la ACB. «Se hacen largas las vacaciones», apunta. A sus 37 años se sigue viendo con toda la ilusión «por entrenar, por volver a estar con los compañeros, por tocar el balón». En definitiva, por disfrutar del baloncesto. Y, además, con el plus añadido que da la edad para ver las cosas con otras perspectiva: «Cuando eres joven te sientes más presionado, estás más preocupado por los números. Continúo con las mismas ganas de competir y hacerlo mejor cada vez, pero con otra tranquilidad».
Esa tranquilidad tiene su reflejo en la aportación al equipo. El pasado curso, cuando Hummel estaba lesionado y Salah Mejri se mostraba como un proyecto con tantas expectativas como incertidumbres, Oriol Junyent fue determinante en el buen arranque de temporada del Obradoiro Blusens Monbus. Y una parte de la progresión del pívot tunecino tiene mucho que ver con las horas de trabajo que compartió con el pívot catalán.
Esperando a Muscala
Y ahora llega Mike Muscala, que tenía cinco años cuando Oriol Junyent debutaba en la ACB. Al capitán le gusta lo que ha visto de su nuevo compañero a través de los vídeos: «Tiene muy buenos movimientos y ha hecho grandes números en su Universidad. Debe seguir con esa misma confianza. Ahora hay que ver si compite en la Liga Endesa a ese mismo nivel. Le ayudaré en todo lo que pueda».
Ese argumento, el de jugador que aporta dentro y fuera de la pista, es de los que el club puso en el haber de la balanza a la hora de plantear la renovación. Lasme llegó tras superar una lesión. Y después de su paso por Sar recaló en el Panathinaikos. De Mejri no había muchas noticias, y se apresta a debutar con el Real Madrid. Los dos se fajaron al abrigo de Oriol.
El pívot catalán, sin embargo, no se ve como el padrino de la pintura: «En estos dos casos, como en otros, los méritos siempre son de ellos, porque tienen el talento y trabajan duro. Ayudamos en lo que podemos, pero la clave es de ellos. Ojalá sigan pasando por el Obradoiro jugadores que después se van a equipos grandes».
A falta de dos semanas para que empiece la pretemporada, le gusta cómo se está conformando el equipo. Y valora la continuidad respecto a la anterior campaña: «Al finalizar la Liga parecía que se iba a ir más de la mitad de la plantilla y, al final, seguimos siete. Es bueno, porque ya conocemos la filosofía de Moncho y eso ayuda a enseñársela a los nuevos. No solo la filosofía de juego. También la de la ciudad, la del club y como se vive aquí el baloncesto».
El que se pondrá en marcha el día 26 será un Obra muy joven, con cuatro jugadores de 23 años o menos: Muscala, Scott Durand, Mario Delas y Rafa Luz. En ese contexto, la experiencia de Oriol cobra aún más valor.
Afición sabia
Hay voces temerosas de que haber jugado el play off por vez primera en la historia del club pueda ser una presión añadida para esta temporada y que abra las puertas al desencanto si el plantel no iguala, como mínimo, ese logro. Oriol Junyent no tiene miedos ni dudas: «La gente en Santiago es muy lista y sabe donde está el Obradoiro. Somos de los equipos con menos presupuesto. Todos jugamos para ganar y estar lo más arriba posible. Ojalá nos metamos otra vez en el play off. Lo que la afición quiere, y sabe, es que las ganas van a ser máximas y, luego, a ver hasta dónde podemos llegar».
Oriol está ya de vuelta en casa, aunque aún apurará una última escapada vacacional antes de empezar los entrenamientos. Se le ve con ganas de ponerse manos a la obra. Como siempre.