Un día más la etapa de la Vuelta se vio marcada por el viento. Salió de Vigo y llegó al Mirador de Lobeira prácticamente siempre con viento. Por eso, el pelotón llegó con algo de retraso sobre lo previsto. La cabeza de carrera sufrió un enorme desgaste, junto con la del pelotón. El resto de los corredores fueron resguardados y tranquilos hasta que se entró en el puente de A Illa de Arousa, con mucho viento lateral, y dentro de un instante de tensión. La caída previa de Vilaxoán fue la típica caída del ciclismo, cuando el pelotón sabe que va haber un momento de tensión ante la cercanía del puente de A Illa. El recorrido de las Rías Baixas tenía el deber de pasar por A Illa. Pese la que fue un paso peligroso, con el viento pegando así, todo el mundo estaba avisado. Fue uno de los momentos más espectaculares de la Vuelta. Desde que comenzó hasta el momento todo fue espectacular. Y lo que queda. Muchísima gente que llegaba con muchas fuerzas a la subida a Lobeira se encontró con que el viento, que molestó durante toda la etapa, cambió y se puso desde atrás, favoreciendo el final. Pensaba que iba a ganar uno de los favoritos a la general, Valverde, Purito o Nibali. Pero atacó un hombre fuerte justo en el momento preciso. A un kilómetro de la meta y con decisión. Chris Horner sorprendió a todo el pelotón. Pero es difícil pensar que pueda luchar por ganar la Vuelta. Por calidad quizás pueda luchar por los diez primeros. Horner es de los típicos corredores que explotaron tarde, y que tienen una ilusión enorme. La general queda casi igual. Lo único que queda es saber si lo que le pasó el domingo a Samuel Sánchez fue sólo un mal día.