El Obradoiro y el Gran Canaria proponen un baloncesto cortado por el mismo patrón
08 dic 2013 . Actualizado a las 07:00 h.El Obradoiro abrirá a las 12.30 horas en Sar (TVG 2), frente al Gran Canaria, un tramo del calendario con tres puertos de montaña seguidos: el del conjunto insular, la visita al Real Madrid y de nuevo en casa ante el Málaga. Y, como es norma desde la llegada de Moncho Fernández al banquillo, las cuentas y las cábalas no van más allá del compromiso inmediato. Las de hoy apuntan a un partido áspero, de mucho trabajo.
El Obradoiro Río Natura Monbus y el Herbalife Gran Canaria recuerdan en cierto modo las dos versiones del Santiago Futsal, la austera de hoy en día y la que en su momento, compitiendo bajo la bandera de Lobelle, llegó a conquistar la Copa de España, cuando el presupuestos tenía siete cifras. La filosofía y la puesta en escena es la misma: defensa de cambios, muchísima presión sobre el balón y amplio arsenal táctico para hacer frente a cualquier tipo de situación. La diferencia está en la caja de caudales.
Distintos presupuestos
Si el conjunto santiagués tuviese el mismo poderío económico que su adversario, hace dos años hubiese entrado en la puja por Newley. Pero fue conocer el precio de referencia y buscar en caladeros más asequibles.
Es algo que se percibe también en el capítulo de fichajes de esta temporada. El Gran Canaria se ha traído a tres jugadores que conocen la ACB y que destacaron en sus equipos el pasado curso: Oliver, Nacho Martín y O?Leary. Y también ha firmado a un escolta que conoce la liga alemana y la adriática, además de haber pasado por los Pacers de Indiana, Hansbrough, una metralleta para seguir la tradición de Carroll y Toolson
El Obradoiro retuvo todo lo que pudo del pasado ejercicio y lo ha complementado con tres universitarios americanos que debutan en el baloncesto profesional y dos jugadores con rango de Euroliga pero que tenían un papel secundario y ganas de reivindicarse.
En una cosa estarán igualados los dos contendientes cuando se ponga el balón en juego: habrán dejado atrás una semana de muchas horas de trabajo en el laboratorio, para descifrar las claves del juego del rival, y en la pista, para prestar atención, más que nunca, a los pequeños detalles.
Los números dicen que los dos equipos se sienten más cómodos cuando hacen valer sus defensas, su seña de identidad más firme. Lo recordaba Moncho Fernández al hilo de las dos últimas victorias. El Barça se quedó en 60 puntos y el Gipuzkoa Basket en 64.
El Gran Canaria dejó a los dos mejores ataques de la Liga en su peor anotación del curso, aunque no le fue suficiente para ganar. Ante el Madrid, que promedia 90 puntos, perdió 70-75, y en Valencia (promedia 88) cayó por un ajustado 74-70. Ganó en Vitoria el único partido de marcador largo, 96-99. Y solo perdió un duelo de corte defensivo, 58-68 ante el Cajasol, otro equipo con sello de entrenador y defensa, en este caso Aíto.
El colectivo insular dejó al Murcia en 69 puntos, al Bilbao en 72, al C.B. Canarias en 61 y al Estudiantes en 63
Y si alguien espera un Obradoiro crecido por las dos últimas victorias o un Gran Canaria deprimido por haber encajado tres derrotas, no tiene más que escuchar a los entrenadores de uno y otro lado. Moncho Fernández fue claro: «No seremos tan pardillos de caer en la euforia». Y Pedro Martínez también: «Hay que empezar de cero». Es una máxima que aplica a cada encuentro, cualquiera que fuese el resultado anterior.