Luis Aragonés a Marchena: «Si le echo una carrera, le gano»

Xurxo Fernández Fernández
xurxo fernández A CORUÑA / LA VOZ

DEPORTES

Carlos Marchena repasa sus experiencias con Luis Aragonés, con el que ganó una Eurocopa

04 feb 2014 . Actualizado a las 17:46 h.

«Yo estaba tocado, pero me daba miedo decírselo y que no me volviese a llamar. Se lo dejé caer a través del preparador físico y entonces él vino a verme y me preguntó qué tal me sentía. Yo no sabía ni cómo explicarle que no estaba para jugar y no hacía más que dar rodeos, hasta que me miró muy serio y me dijo:

-"Chaval, usted conmigo va a venir siempre. ¿Se piensa que este partido me importa? Yo a usted lo conozco y este partido no va a cambiar nada".

-"Entonces, míster, no estoy para jugar"».

Así se conocieron Carlos (Marchena) y Luis (Aragonés). El día del estreno del segundo al frente de la selección. En ese amistoso contra Venezuela en Canarias que el andaluz vio en directo pero sin vestirse de corto.

«Ustedes son mucho mejores»

Allí descubrió el futbolista del Dépor a «una persona súper compleja, muy difícil de describir. Como entrenador destacaría que era capaz de sacar la mejor versión de cualquiera. Te hacía creer mejor de lo que eras; sin que se te fuera la cabeza, eso sí». Un detalle definitivo en el arranque de esa España que lo ha ganado todo. «Te quitaba los miedos. Entonces le teníamos respeto y temor a selecciones como Francia o Italia, se hablaba de la maldición de cuartos. El te cogía en el vestuario y te decía: "Ustedes son mucho mejores que ellos. Si están al cien por cien y hacen lo que yo les diga, les ganamos seguro" y salías de allí pensando "joder, los vamos a barrer"».

Fue el artífice del éxito de aquel equipo de bajitos, siguiendo con fe ciega la fórmula de Zapatones para no acobardarse jamás ante el rival: «"Si no medimos todos 1,90, tendremos que ser muy buenos por abajo", nos decía».

Así, al compás de Aragonés, conquistó el combinado nacional una Eurocopa que Marchena temió perderse. «El Valencia estaba muy mal, peleando por la permanencia, y además yo ni siquiera estaba jugando de central. Me ponían de pivote. Había un sector de la prensa que no quería que me llevasen -recuerda el futbolista del Dépor-. Pero él me llamó y me dijo que estuviera tranquilo que contaba conmigo. Con algo así cómo no vas a darlo todo para responder a tanta confianza. Él sabía motivar al jugador».

El zaguero formó junto a Ramos, Puyol y Capdevila la defensa que anuló el ataque alemán en la final de Viena. El gol de la campeona lo puso Fernando Torres, con el que el seleccionador mantenía una relación especial. «Le besaba la cabeza y le decía que iba a marcar; nos explicó que se lo hacía desde el Atleti».

«Ven cómo me entiende»

Una más de las curiosidades de Luis, capaz de deparar todo tipo de anécdotas, como cuando «nos decía que él hablaba todos los idiomas. No tenía ni idea de inglés pero igual se ponía a hablarle al árbitro y decía "ven cómo me entiende, porque yo hablo perfectamente". Quién no va a respetar y a querer a una persona así». Al terreno de las curiosidades pertenece también aquel momento en el que «estábamos en Gijón, después de un partido y el capitán le pidió si nos dejaba salir para relajarnos. Él nos amenazó con una multa al que volviese antes de las cinco de la mañana».

«Son muchas cosas las que hemos pasado -apunta Marchena- y ahora no se me vienen más, pero ayer (por el domingo) cuando me junté con los compañeros (en el funeral) todo era "te acuerdas de aquella vez..."». La muerte llegó casi por sorpresa: «Sabía que algo le pasaba, pero él nunca quería que eso se notase. Le molestaba dar pena. "Estoy bien", te decía, ¿y usted qué tal está? ¿Disfrutando?. Y si le insistías te decía "si yo me pongo a su lado y le echo una carrera, le gano". Era así, diferente».