La dirección de la Liga se plantea eliminar las novedosas mangas y lucir publicidad en las camisetas
26 mar 2014 . Actualizado a las 21:42 h.La vena comercial de la NBA nunca detiene su torbellino de ideas. Ni siquiera después del relevo al frente de la dirección. Adam Silver, el sustituto de David Stern como comisionado de la NBA, tiene ante sí el reto de conseguir algo más de dinero para una Liga que, con 30 equipos y en plena expansión internacional, busca un plus de ingresos. Y ahí aparecen las camisetas de la NBA.
La gran novedad de esta temporada fueron los uniformes con mangas, una decisión que ha generado todo tipo de reacciones entre aficionados y los propios jugadores. De un corte entallado y con mangas ligeramente asomando por debajo del hombro, las nuevas camisetas pueden tener las horas contadas porque una crítica contra ellas se escuchó por encima de todas: la de LeBron James. Después de una mala noche en el tiro en la última mala racha de Miami Heat, la gran estrella del momento dijo que cuando lanza a canasta con las camisetas con manga siente como un tirón en el brazo.
De ahí se entiende la declaración de Silver en la que anunció una reunión con James para tratar el asunto de las camisetas con mangas y su eventual eliminación. Las mangas fueron una jugada de márketing del proveedor del material deportivo oficial de la NBA, Adidas, buscando impulsar la venta de camisetas. En los últimos años, se han sucedido iniciativas del mismo estilo: uniformes retros usados por los equipos de la NBA en noches señaladas, camisetas con los nombres de los equipos en castellano para las llamadas «noches latinas», y ediciones limitadas con los apodos de los jugadores en la espalfa en lugar de los nombres comunes.
Adidas firmó en el 2006 un contrato de 11 años con la NBA por 400 millones de dólares. Y aunque el fabricante alemán ha mostrado su satisfacción por las ventas, la Liga quiere algo más. De ahí que, además de cuestionarse el futuro de las mangas, la NBA se plantee convertirse en la primera gran Liga estadounidense en permitir publicidad en los uniformes de los jugadores. Un cambio de cultura radical con la normativa actual, que es tan estricta con la imagen de los baloncestistas en los partidos que ni siquiera los uniformes de juego tienen el logo del fabricante.
«Es cuestión de tiempo», dijo Adam Silver sobre la publicidad en las camisetas. En principio, la NBA se planteó un pequeño formato de 6 por 6 centímetros, muy reducido y a cambio de unos 100 millones de dólares por temporada. Las reacciones a una medida que recuerda al deporte europeo no han sido muy entusiastas, pero para Adidas puede ser un nuevo impuslo en el tramo final de su contrato con la NBA.