Fernando Seoane, el artillero inesperado

M. Pichel LUGO / LA VOZ

DEPORTES

Seoane, preparándose para golpear la pelota.
Seoane, preparándose para golpear la pelota. Carlos Castro< / span>

09 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Terminado el partido contra el Mallorca, Quique Setién felicitaba a sus jugadores. Hacía mención especial a varios, y uno de ellos, Fernando Seoane, el encargado de darle el equilibrio. No es la primera vez que recibe los elogios del técnico, el año pasado, y en su primera etapa en el club, Setién recalcaba la profesionalidad, el trabajo, el buen hacer de un hombre siempre callado. Y que esta temporada ha destapado una nueva faceta, convertido en el artillero inesperado.

Es el de Seoane un trabajo oscuro. En los sistemas de doble pivote, los mediocentros de corte defensivo suelen quedar ocultos tras los de un perfil más creativo. Sin embargo, su ingente tarea resulta fundamental para todos los equipos. ¿Quién no recuerda a Mauro Silva en el Deportivo?

No obstante, Seoane se ha destapado como poseedor de un derechazo que ya se empieza a catalogar como temible. Así se lo hizo ver al Sporting de Gijón, con un zambombazo que se coló por la escuadra desde más de 20 metros de la portería. Aquel fue su segundo aviso, que no se pudo concretar con la victoria, pese a que adelantaba a los lucenses. En la tercera jornada, contra el Jaén, ya había afinado su puntería, desde la frontal a pase de Rennella, para quitar las telarañas de la meta rival.

Dos goles que pudieron ser tres el pasado domingo. Una vez más, levantó la cabeza, y sacó el látigo de su pierna derecha a pasear. El larguero se interpuso en el camino del balón. Afortunadamente, la cabeza de Iago estaba presta al rechace.