El técnico italiano gana reconocimiento tras el histórico triunfo en Múnich
30 abr 2014 . Actualizado a las 21:12 h.Un arqueo de su ceja izquierda es lo más cerca que está Carlo Ancelotti de mostrar su entusiasmo, pero ahora aparece como indiscutible triunfador tras el histórico triunfo 4-0 en casa del Bayern de Múnich, una victoria que disparó hacia las nubes el crédito del entrenador en el Real Madrid.
«Ancelotti lo ha cambiado todo. Ha cambiado la mentalidad, todo», aseguró Cristiano Ronaldo, la estrella blanca, tras el triunfo en Múnich. El Madrid se clasificó para la final de la Liga de Campeones por primera vez en 12 años. Y para ello necesitó una transición que incluyó una decena de entrenadores sin éxito: Carlos Queiroz, José Antonio Camacho, Mariano García Remón, Vanderlei Luxemburgo, López Caro, Fabio Capello, Bernd Schuster, Juande Ramos, Manuel Pellegrini y José Mourinho. Hasta que llegó Ancelotti.
El técnico italiano comparte numerosas analogías con el anterior entrenador que llevó al Real Madrid a una final de la Champions, la que ganó en el 2002. Su nombre es Vicente del Bosque. Como el actual seleccionador español, Ancelotti es conocido por su buen carácter y su excelente relación con el vestuario. Pero sólo con eso no basta para conseguir éxitos. El italiano fichó por el Real Madrid para asumir la transición hacia la «normalidad» tras la convulsión generada por Mourinho en los tres años que estuvo al frente del banquillo blanco, y especialmente en la última temporada, cuando se enfrentó abiertamente a varios miembros importantes del vestuario.
Ancelotti, que recibió críticas en sus primeros meses, se encargó primero de recuperar la llamada «paz institucional», en su condición de «pacificador», como se le llegó a denominar en verano. Devolvió el protagonismo a futbolistas como Iker Casillas, Pepe o Sergio Ramos, jugadores que tuvieron muchos problemas con Mourinho. Cristiano Ronaldo también se sumó a última hora a la lista de agraviados de Mourinho y ahora el portugués bendice la llegada del italiano.
Además, Ancelotti recuperó para la causa al lateral Fabio Coentrão, rechazado por su propia afición durante estos años, y a Ángel Di María, quien a comienzos de temporada tuvo un conflicto con la afición blanca al ser cambiado durante un partido. Pero Ancelotti no sólo está aportando paz social. Eliminó de golpe un estigma que arrastró toda la temporada, cuando se le criticó por no ser capaz de ganar partidos importantes. En dos semanas, ganó la Copa del Rey al Barcelona (2-1) y fue capaz de derribar al Bayern por un resultado global de 5-0.
Al tiempo, su Real Madrid evidenció grandes progresos tácticos y en Múnich no sólo desactivó al equipo alemán, sino que marcó dos goles en jugadas de estrategia. «Sabíamos que el Bayern tenía problemas en (defender) el segundo palo», explicó el técnico blanco. Ahora Ancelotti tiene la posibilidad de pasar a la historia como el técnico que llevó al Real Madrid hacia su décima Copa de Europa. Por lo pronto, su crédito se disparó.