El Lugo tiene en su mano no pasar apuros en las últimas tres jornadas
20 may 2014 . Actualizado a las 11:58 h.Como si hubiera decidido volver a pisar las huellas ya marcadas, el Lugo está calcando los resultados del último tramo de la primera vuelta. En el esprint final, cuando tenía en su mano pelear por un sueño histórico, se ha vuelo a producir un atasco.
Se debatía el Lugo entre una necesidad real y una meta posible. Esto es, garantizar la continuidad en Segunda una temporada más, por un lado, y optar a la participación en la promoción de ascenso, por el otro. De momento, lo primero no se ha conseguido aún, y lo segundo, aunque las matemáticas digan lo contrario, no es más que una quimera.
Los rojiblancos alcanzaron la cifra marcada de 50 puntos tras empatar con el Deportivo en el Ángel Carro. Desde entonces, han encajado dos derrotas consecutivas. Como en el final de la primera vuelta, perdieron contra el Sporting, empataron con los coruñeses, y cayeron de forma seguida con Alcorcón y Alavés.
Decía Setién al terminar el duelo con los vitorianos que están obligados a «mantener las orejas tiesas». No pueden permitirse más regalos, si no quiere encontrarse con sobresaltos inesperados, y sobre todo, inmerecidos, después de haber alcanzado cotas ciertamente gloriosas en una campaña con muchos momentos para enmarcar.
Distancia suficiente
El Lugo cuenta con cuatro puntos de distancia con respecto al primer puesto de descenso, que ocupa el Castilla (50 de los rojiblancos, por 46 de los madridistas, cuartos por la cola). Una victoria más, le otorgaría prácticamente la tranquilidad absoluta, con otros cuatro clubes instalados entre ellos y los blancos. Además, el calendario, en las tres jornadas que quedan, ha querido que se tengan que enfrentar entre sí rivales directos, como el Numancia, contra el Alavés; la Ponferradina, contra Jaén y Girona; el Jaén también se medirá al Alavés; el Mallorca con el Girona, y el propio Lugo contra el Hércules este mismo domingo.
El principal obstáculo que se encuentra el Lugo en este momento, es su dificultad para obtener premio en sus desplazamientos. Ahora mismo, sus cuatro últimas visitas se han saldado con el mismo número de derrotas. Y sus dos próximos encuentros los disputará lejos del Ángel Carro. El primero, ante el mencionado Hércules, colista, que se juega su última opción de aferrarse a la permanencia. El siguiente, contra un Eibar que este mismo fin de semana puede ser ya equipo de Primera, y ya nada se jugaría para entonces.