Messi, suplente y reclamado a gritos por la afición de La Plata, salió y marcó el segundo gol ante un rival que se empleó con excesiva dureza
08 jun 2014 . Actualizado a las 02:33 h.La selección argentina de Messi, a ritmo cadencioso de tango y cuidándose de sufrir lesionados, se despidió este sábado de su público antes de afrontar el Mundial de Brasil, con un triunfo ante Eslovenia por 2-0. La estrella del Barça anotó el segundo gol a los 75 minutos para poner guinda al postre de una estupenda triangulación, después de que Ricky Álvarez abriera el marcador a los 12 minutos, ante una multitud de 52.000 almas que llenaron el estadio Único de la ciudad de La Plata.
El equipo argentino ensayó fórmulas para cerrar espacios en defensa, uno de los puntos débiles del conjunto dirigido por Alejandro Sabella. Los eslovenos apelaron por momentos al juego brusco para frenar a los albicelestes, que evitaron los choques, temerosos de lesiones como las que han diezmado a otras selecciones antes del Mundial. El centrocampista Lucas Biglia no pudo evitar, sin embargo, recibir un fuerte golpe en el tobillo y debió ser reemplazado a los 14 minutos por Hugo Campagnaro.
Desde la banda, Sabella se quejaba a gritos al seleccionador de Eslovenia por la violencia que empleaban sus jugadores. «Recibí un golpe tipo 'paralítica' (en un tendón), pero fue sólo eso, un golpe», dijo Biglia antes de ir al vestuario. Javier Mascherano jugó replegado por primera vez en un esquema distinto de Argentina. Mascherano, que ha renovado con el Barça hasta 2018, recibió varias ovaciones durante el amistoso, aunque el grito que más se escuchó desde las tribunas fue la petición de ver a Messi en el terreno de juego, ya que estaba en el banquillo de suplentes.
Ricky Álvarez fue el jugador con mayor movilidad en el primer tiempo, con varias llegadas de peligro en asociación con Ezequiel Lavezzi. Eslovenia llenó de volantes el medio campo y alineó un solo delantero.Con tanta pierna fuerte Sabella no se decidía a incluir a Messi, mientras la gente silbaba por no verle y le pedía a gritos.
Mascherano fue el más lúcido a la hora de conducir y compartir la pelota con sus compañeros. Sin embargo, de pronto entraron Messi, el Kun Agüero, Gago y Di María para completar a los «cuatro fantásticos» que la gente quería ver.
El estadio tembló cuando vio entrar al máximo ídolo, La Pulga rosarina, quien supo combinar con Agüero, para marcar el segundo y definitivo tanto.
Argentina debutará en la Copa del Mundo frente a Bosnia-Herzegovina el día 15 den el legendario estadio Maracaná de Río de Janeiro, desafío para el que procura ensamblarse y alcanzar al menos el ritmo que tuvo en la eliminatoria sudamericana de clasificación, en la que terminó como líder. Irán y Nigeria completan el Grupo F en el que, a simple vista y a priori, no hay fantasmas que amenacen su clasificación, a diferencia de otros duros grupos.