Una efeméride mirando a Río

Xosé Ramón Castro
x. r. castro MACEDA / LA VOZ

DEPORTES

José Antonio Hermida conmemora con sus vecinos de Maceda los diez años de la plata de Atenas y sitúa como objetivo final sus quintos Juegos Olímpicos

29 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

José Antonio Hermida celebró el décimo aniversario de su medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Atenas en familia. En Maceda, como en el 2004, cuando le ofreció el trofeo a su abuelo en plena Nochebuena. Lo hizo ganando aunque actuaba fuera de carrera el campeonato gallego de ciclocrós evidenciando un estado de forma increíble para estas alturas de temporada, recibiendo el homenaje de su pueblo y celebrando, también, los diez años de vida de su escuela. Y de paso, cogiendo fuerzas para el gran reto que tiene pendiente, disputar sus quintos juegos en Río 2016.

«Facía bastantes anos que non viña a Maceda, e moi ben. O sábado foi un día moi emotivo pola celebración dos dez anos da Escola e dos dez anos da medalla olímpica, e na carreira vivimos un ambiente de Nadal, de ciclismo, de familia, todo cheo de xente, sen trifulcas coma no fútbol. Estiven moi cómodo e lastima de non poder disputar a carreira por ser poseedor de licencia catalana», comenta Pepiño Pistolas, que siempre que puede saca a pasear sus raíces gallegas.

La carrera fue un paseo para el que fuera campeón del Mundo en el 2010. Está trabajando la explosividad, y cuando quiso, reventó el pelotón. «Estaba un pouco espantado porque correr no xardín de Pablo Rodríguez (el segundo clasificado) non é doado. A carreira rompina rápido porque estou traballando a explosividade e non ten sentido esperar a última hora. O que necesito agora é empuxarme a min mesmo ao principio de carreira que foi o que me faltou o ano pasado no mountain bike. Foi o que fixen dende o principio, dar o máximo sen aterme ás consecuencias».

La carrera y el baño de multitudes que se dio con sus paisanos y la gente del ciclismo fue la culminación a dos días intensos con los jóvenes de la Escuela de BTT que lleva su nombre en Maceda. «Hermida ten moita culpa disto -dice Xulio Conde del éxito de la escuela que dirige- porque é o referente de todos e cada un dos rapaces. É o espello no que mirarse. Ademais é incríble como transmite cos rapaces e como sementa paixóns porque é coma un neno máis. Está moi metido cos rapaces, xoga con eles e para eles é un ídolo. Cando o ves cercano ves que se desvive».

En su vuelta a casa también hubo momentos para la memoria y la celebración de la plata olímpica. «Os anos pasan pero a terra queda e vir aquí éncheme de lembranzas», comenta el biker.

En estos diez años Hermida ha conseguido cuadrar el círculo con un título de campeón del mundo absoluto que añadir a los conquistados en su etapa júnior y sub-23. Además, en ningún momento se ha apeado de la élite de un deporte del que él fue pionero en España. «Son un dos seres afortunados que hai no mundo que non se pode queixar. Síntome afortunado de facer o que me gusta».

Por eso, aunque el tiempo pase para todos y Pepiño sume ya 36 años de edad, todavía tiene dos retos pendientes de primer nivel. Para comenzar, lograr la clasificación para Río en las competiciones del 2015 para disputar un año después sus quintos Juegos Olímpicos, una cifra al alcance de muy pocos. «Quero estar en Río e espero acadar a clasificación, por eso agardo facer un bo ano. A maiores, o obxectivo principal é o campionato do mundo que se fai en Andorra, que é a outra casa, e téñoa a tiro de pedra. En Andorra teño ganas de correr ben e ese vai ser o principal obxetivo en setembro».

No obstante, lo más inmediato será el nacional de ciclocrós del próximo mes en Gijón. «Tiña pensando pechar a tempada de ciclocrós en Maceda, pero agora xa me están tentando para ir ao campionato de España».

Pero todo desde una óptica distinta. Después de 20 años subido a la bici de montaña considera que le ha llegado la hora de disfrutar, pero sin perder un punto de su gen competitivo. El que un día de agosto del 2004 le llevó a remontar hasta la plata tras un inoportuno problema mecánico, o el que le ha llevado en tres ocasiones diferentes al podio mundial en categoría absoluta.

Después ya tendrá tiempo de pensar en el futuro, aunque le tienta la idea de pasarse un año por la larga distancia. Por su sucesión no hay problema. Pablo Rodríguez, el primer niño prodigio de su escuela, sigue sus pasos.