Supe a temprana edad que no era cierto el dicho -hace tiempo en desuso- en el que se afirma que «no hay sábado sin sol», pero sí que hay otro de tono futbolístico que no cambió con el paso de los años. Me refiero a la baja moral que los lunes acusan en su estado de ánimo los seguidores de los equipos que perdieron el domingo. Más todavía, cuando la derrota influye claramente en la mala clasificación de su equipo. Verdad que el Deportivo no perdió (2-2) ante el Granada, pero cierto también manifestar sorpresa por el intento de suavizar la situación de un problema que sigue ahí, confiando en que el momento favorable llegue de un partido al siguiente, cuando las victorias son la mejor medicina para que el seguidor recupere ánimos.
Hablando de la situación actual, surge el recuerdo de Helenio Herrera, quien lo primero que hizo al hacerse cargo de aquel Deportivo que en 1952 se iba directo a Segunda, fue reunir a la prensa diciendo: «Vamos a superar la grave situación, partiendo de cero. Olvidemos lo pasado, porque ahora empezamos de nuevo esta fase de permanencia, convencidos de que el Deportivo no va a bajar?» Y no bajó, temor que tenía embargados a unos seguidores que terminarían paseando a hombros al famoso entrenador por la avenida de la Marina, en el regreso del equipo de Balaídos, escenario de uno de los más espectaculares triunfos del conjunto coruñés. De momento no se pide más que salvar el partido del viernes, en Vallecas, frente a un Rayo que solo ganó dos de los partidos jugados en su campo.