
Tienen ultimada la desconvocatoria de la huelga, dejando al presidente de la federación aislado y enrocado en su lucha contra el Gobierno
14 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.El presidente de la federación española de fútbol, Ángel María Villar, va perdiendo, poco a poco, apoyos en la guerra que ha librado contra la Liga y el Consejo Superior de Deportes (CSD) por la aprobación del nuevo decreto para la venta conjunta de los derechos audiovisuales de los equipos de Primera y Segunda División. Tras la ratificación de la norma por el Consejo de Ministros, el decreto vio la luz y en su desarrollo el organismo que dirige Villar quedaba absolutamente arrinconado. Desde la titularidad de los derechos, que la norma se lo adjudica a los clubes -aunque estos deben cederlos de forma obligatoria a la Liga- hasta la conformación de la comisión de control que se creará para la gestión de los mismos, donde la federación tendrá voz, pero no así voto. Desde ese mismo momento, el máximo responsable del fútbol español buscó apoyos entre otros colectivos que se pudiesen sentir perjudicados por el decreto. Y ahí encontró el respaldo del sindicato de futbolistas AFE, presidido por Luis Rubiales.
La declaración de la huelga por parte de los jugadores fue la excusa perfecta que tuvo Villar para anunciar la paralización de todas las competiciones en España. Era una forma ideal de presionar a la Liga y al Gobierno, mientras permanecía en la sombra.
Tras el acto de conciliación del martes, ayer la Liga -que denunció la huelga de los futbolistas por «ilegal»- y la AFE se volvieron a ver las caras en la Audiencia Nacional, donde se celebró una vista para analizar las medidas cautelares solicitadas por la patronal y que detendrían el parón. En este sentido, el presidente de la Sala de lo Social de la Audiencia Nacional, Ricardo Bodas, anunció que la decisión del tribunal sobre la legalidad de la huelga se conocerá hoy.
Ayer por la tarde representantes de la AFE y de la Liga se reunieron en la sede del CSD para desbloquear el conflicto, con la mediación de Miguel Cardenal, secretario de Estado para el Deporte.
Las posturas se encuentran cada vez más cerca. De hecho, el acuerdo está prácticamente cerrado y hoy mismo podría hacerse oficial. El presidente de la Liga, Javier Tebas, se mostró proclive a escuchar las reivindicaciones de los futbolistas, pero a atenderlas dentro del convenio colectivo y no relacionado con el nuevo decreto para la venta de los derechos audiovisuales. La creación de una especie de fondo de pensiones para los jugadores de categorías como la Segunda B, las garantías de cobro del salario íntegro o la presencia de un representante en las comisiones que se creen para el reparto de los derechos, principales peticiones de los futbolistas, parece que serán atendidas en su práctica totalidad. «Se va avanzando, pero hay que seguir hablando», dijo Tebas al salir ayer del CSD.
Así, la junta directiva de Villar, que acordó paralizar todas las competiciones por el plante de la AFE, se quedaría completamente sola en su rechazo al nuevo decreto. Además, el presidente de la federación está explotando su última bala, la de presionar al Gobierno a través de la FIFA y la UEFA, que enviaron a inspectores a Madrid para comprobar si el Ejecutivo está cometiendo lo que entenderían por injerencias gubernamentales en una institución privada. Esto podría acabar con la expulsión de la selección y de los equipos españoles de las competiciones internacionales..
Wert: «No voy a regatear esfuerzos para que haya fútbol este fin de semana»
El ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, aseguró ayer que el Gobierno «no va a regatear ningún esfuerzo» para conseguir que, pese a la amenaza de huelga, haya fútbol el próximo fin de semana. Wert mostró esa disposición en declaraciones a los periodistas en los pasillos del Congreso tras participar en el debate del pleno del Cámara sobre el decreto que regula los derechos audiovisuales del fútbol -que está previsto que se apruebe hoy mismo en las Cortes- y que originó la convocatoria de esa huelga. Aseguró haber estudiado con mucha atención las reivindicaciones de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) y dijo que la gran mayoría tienen que ver con el convenio colectivo.
«Es decir, son cuestiones ajenas al real decreto ley», precisó el ministro antes de insistir en que, con independencia de ello, el Gobierno está haciendo «un esfuerzo importante de aproximación con todos los actores, incluida la AFE, para solventar las discrepancias que pueda haber». Al plantearle que la principal queja de la oposición ante este decreto es que no se haya tramitado como proyecto de ley, explicó que cuando se opta por esta fórmula es porque hay «circunstancias de excepcional y urgente necesidad».
La situación del 2012
Unas circunstancias que dijo que había explicado previamente en el pleno del Congreso durante el debate del decreto y que se resumió en la necesidad de que no se repita la situación del 2012, cuando hasta una semana antes del comienzo de la competición no se logró un acuerdo entre los operadores que tenían los derechos de los diversos clubes para garantizar que se televisarían los partidos.
«¿Con quién se han puesto de acuerdo? Consigo mismos y con la patronal. Nos traen un decreto ley dictado por la patronal de fútbol, que le amenazó con parar el fútbol y se plegaron como siervos. La huelga está resuelta hoy [por ayer] mismo si su grupo vota que se tramite como Proyecto de Ley. Porque le da a la soberanía nacional la voz, a las Cortes Generales, al Congreso y al Senado», replicó el portavoz de Deportes del PSOE, Manuel Pezzi. Por su parte, la representante del BNG Rosana Pérez lamentó la «polvareda» que se ha levantado con un decreto en el que todos «se sienten ninguneados».