El piloto Jordi Torres, que compitió en el circuito californiano el domingo, recuerda los instantes posteriores al accidente que segó la vida de Dani Rivas
23 jul 2015 . Actualizado a las 01:27 h.«En el circuito se produjo silencio y solo se escuchaban sirenas». Así relata Jordi Torres los instantes posteriores al trágico accidente en el que el piloto de Moaña Dani Rivas y el valenciano Bernat Martínez perdieron la vida. El corredor catalán estaba en Laguna Seca compitiendo en la categoría de Superbikes y fue testigo de la tragedia. Una tragedia doblemente agria, puesto que además de vivir de cerca lo sucedido, conocía muy bien a los dos pilotos. «Incluso con Dani hemos sido compañeros muchos años», rememoraba ayer desde Frankfurt, desde donde tenía previsto viajar a Barcelona para regresar a casa.
«Fue en la segunda carrera del AMA de Superbikes cuando se produjo el accidente en la salida. Creo que a Dani le falló algo al poco de arrancar y levantó la mano, pero venían muchos por detrás y el accidente no se pudo evitar. En el circuito se produjo el silencio y solo se escuchaban sirenas. El helicóptero también se fue con la sirena», cuenta Torres, que desde el principio tuvo un mal presentimiento. «Nos temíamos lo peor. Yo estaba con Román Ramos y rogábamos para que no pasara nada grave. Pero hasta la noche no daban la noticia de Bernat y Dani. Ese silencio incómodo y ese ambiente extraño se mantuvo durante toda la tarde mientras los equipos de WSBK recogían todo. Y cuando reanudaron la carrera del AMA se miraba la carrera sin mirar. Todo el mundo estaba deseando que se quedara en un susto».
Sin embargo, el deseo de Torres y sus compañeros no se cumplió. La brutalidad del accidente segó la vida a Dani y a Bernat, y el estupor se adueñó de los que les conocían y de un montón de gente anónima que durante los dos últimos días no ha dejado de transmitir a la familia y allegados sus condolencias.
«Desgraciadamente se llevaron la peor parte. He corrido muchos años con Bernat y con Dani, muchos. No solo se pierden dos pilotos, sino grandes amigos, buenas personas y sobre todo luchadoras por conseguir su objetivo. De ahí cambiarlo todo por ir a Estados Unidos a disputar carreras», subraya Torres, que admite que «yo sigo sin creérmelo».
El día anterior Jordi y sus compañeros Román Ramos y David Salom habían pasado un rato con Dani Rivas intercambiando impresiones. «La tarde anterior estuvimos Dani, Román, David y yo hablando un rato por la tarde, poniéndonos al día de cómo le iba a cada uno». Una última charla de la que guardan una instantánea que ya quedará para la historia.
Lo mismo que el tatuaje que desde el lunes luce en su pierna Xavi Forés. El piloto, íntimo amigo de Dani Rivas, no daba crédito a la pérdida de su amigo. Pocas horas después de conocer la tragedia, decidió que le rendiría tributo en su propio cuerpo. Se tatuó el símbolo de Rivas, que le acompañará eternamente.