El despiste de la estadounidense, la nueva victoria de Kemboi en los 3.000 obstáculos, el triunfo de Ibargüen y la decepción de Lavilleine en la pértiga fueron las claves de la jornada
24 ago 2015 . Actualizado a las 21:16 h.Este tipo de despistes no suelen verse en un Campeonato del Mundo. La estadounidense Molly Huddle no podía imaginarse que lo que comenzó siendo una celebración tempranera a pocos metros de llegar a la meta, acabaría convirtiéndose en un podio de su compatriota Emily Infield con «su medalla» colgada al cuello. La atleta norteamericana decidió levantar los brazos para celebrar su tercer puesto en la final de 10.000 metros antes de tiempo, mientras que Infield aprovechaba el interior de la cuerda para adelantarle y llevarse la medalla.

La prueba de los 10.000 metros lisos que trajo consigo un nuevo oro para Kenia, a cargo de Vivian Cheruiyot, también provocó la decepción de Huddle. La cara de la atleta era un poema al acabar la carrera. Aunque lo cierto es que no se trata de la primer ocasión en la que le sucede algo parecido. Ya en el 2012, Huddle perdió una carrera en Estados Unidos por celebrar su triunfo antes de traspasar la línea de llegada.
Pero la jornada también arrojó un nuevo triunfo del keniata Ezekiel Kemboi en los 3.000 obstáculos, la victoria de la colombiana Caterine Ibargüen en el triple salto y la decepción del francés Renaud Lavillenie en el salto con pértiga.

Kemboi conquistó su cuarto título mundial consecutivo en los 3.000 metros obstáculos, una prueba en la que los keniatas coparon los cuatro primeros lugares.
El africano ganó con un tiempo de 8:11:28 minutos, seguido por Conseslus Kipruto (8:12:38) y Brimin Kiprop Kipruto (8:12:54), plata y bronce respectivamente. Desde los primeros Mundiales de atletismo en 1983, Kenia ganó 12 de los 15 títulos en la prueba.
Otra de las grandes triunfadoras de la noche fue la colombiana Caterine Ibargüen. La sudamericana extendió su monopolio en el triple salto al revalidar el título que conquistó hace dos años en Moscú.«Tenía un gran sueño de escribir mi nombre en el libro de los grandes resultados del atletismo a nivel mundial. Para eso trabajé», dijo la atleta de 31 años, que se confirmó como la gran dominadora de la especialidad a menos de un año para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.

La colombiana conquistó su segunda corona mundial con una marca de 14,90 metros, su mejor registro de la temporada, que le permitió superar con holgura a sus rivales en la capital china. La israelí Hanna Knyazyeva-Minenko se colgó la plata con 14,78, en la que fue la primera medalla femenina de su país en unos Mundiales de atletismo, y el bronce fue para la kazaja Olga Rypakova, la campeona olímpica, con 14,77.
En el salto con pértiga, el joven canadiense Shawnacy Barber dio la sorpresa al conquistar su primer título mundial en una prueba en la que volvió a decepcionar el favorito francés Renaud Lavillenie.
Barber, de 21 años, se impuso en la capital china con un salto de 5,90 metros que consiguió en su primer intento. El canadiense relegó a la plata al alemán Raphael Holzdeppe, que consiguió la misma marca en tres saltos. El bronce lo compartieron el polaco Pawel Wojciechowski y Lavillenie, el campeón olímpico y gran candidato, que no pudo pasar los 5,80 metros.

El francés, que este año llegó a saltar 6,05 metros, no pudo alzar así su primer título mundial tras la plata de 2013 y los bronces de 2009 y 2011. «No sé realmente que es lo anduvo mal, me sentía en buena forma. Lo intenté, pero no puedo ocultar la decepción», expresó el dueño del récord actual (6,16 en pista cubierta).
Pero el día también nos dejo la victoria y el «look» extravagante de Fraser- Pryce. La jamaicana salió a la pista del Nido del Pájaro con el pelo teñido de negro y verde y seis flores amarillas enganchadas al frente de la cabellera, replicando así los colores de la bandera de su país.
Pero sus rivales apenas pudieron ver sus adornos. Fraser-Pryce dominó de principio a fin y con un tiempo de 10,76 segundos se impuso por delante de la polifacética holandesa Dafne Schippers (10,81) y la estadounidense Tori Bowie (10,86). La jamaicana repitió así los éxitos de 2009 y 2013 en la prueba reina de la velocidad y alcanzó ya los seis oros en Mundiales.